La eurodiputada socialista pone en valor que el Parlamento Europeo haya dado luz verde a este nuevo sistema de protección y promoción que beneficiará a sectores tan importantes como el de la cuchillería de Albacete, el de la cerámica talaverana o el damasquinado toledano, entre otros, para garantizar su autenticidad y protegerlos ante el plagio y la usurpación.

Asegura que estos productos regionales podrán gozar de “un alto nivel de protección jurídica” desde la Oficina de Protección Intelectual de la Unión Europea, dando respuesta también a las demandas de artesanos y productores, respaldados continuamente por el Gobierno de Page para lograr este objetivo.

La vicesecretaria general del PSOE de Castilla-La Mancha y eurodiputada, Cristina Maestre, ha mostrado hoy su satisfacción por la “buena noticia” para la artesanía de la región que supone la reciente aprobación, hoy mismo, en el Parlamento Europeo, del Reglamento de Protección de Indicaciones Geográficas de Productos Artesanales e Industriales (IGIA), que servirá para proteger y dar garantías y más valor al sector.

Maestre ha explicado que la Eurocámara ha dado luz verde al reglamento de este nuevo sistema de protección de productos industriales cuyas cualidades están vinculadas esencialmente a la zona de producción, como son, en el caso de Castilla-La Mancha, la cuchillería de Albacete, la cerámica de Talavera de la Reina y de El Puente del Arzobispo, el damasquinado toledano, el bordado lagarterano o los encajes almagreños, entre otros.

“Estamos hablando de la creación de un nuevo sistema de garantías para la producción de productos artesanales e industriales en la Unión Europea, que son genuinos y que hemos de proteger por su enorme valor”, ha apuntado la eurodiputada socialista, quien ha detallado que se persigue la protección al máximo nivel de este tipo de productos para impedir el plagio y la usurpación.

De este modo, ha señalado que se establecerán procedimientos de control y verificación para este tipo de productos y se facilitarán mecanismos de registro, asegurando “un alto nivel de protección jurídica” desde la Oficina de Protección Intelectual de la Unión Europea.

Ha destacado asimismo que este nuevo sistema de protección, que hasta ahora se utilizaba principalmente para alimentos, bebidas y otros productos agrícolas, preservará “los conocimientos tradicionales en el ámbito de la Unión Europea, lo que va a facilitar la supervivencia de numerosos productos y tradiciones que contribuyen a nuestro progreso y a nuestra identidad”, con una información fiable y garantía de autenticidad hacia los consumidores.

“Es, sin duda una buena noticia para nuestros artesanos que llevan tiempo esperando mecanismos de protección y promoción, al igual que ocurre con las indicaciones geográficas de productos alimentarios, como el vino el queso o la miel o el azafrán, y que a partir de ahora verán reconocidos sus productos de forma justa”, ha concluido Maestre.