Esta ley pretende garantizar el derecho de la ciudadanía a participar activamente en los asuntos públicos en condiciones de igualdad, información y responsabilidad.

La portavoz del grupo socialista en las Cortes de Castilla-La Mancha, Ana Isabel Abengózar, ha destacado hoy que la nueva Ley de Participación de Castilla-La Mancha “es una respuesta a las demandas de una ciudadanía cada vez más informada, cada vez más activa y que cada vez requieren o demandan un mayor protagonismo en la conformación de las políticas públicas”.

“Es un avance más en el modelo de democracia participativa y, además, hoy, con la aprobación de esta Ley de Participación de Castilla-La Mancha, el presidente Page vuelve a mostrar que lo que promete lo cumple. Esa es la realidad, que este era un compromiso asumido por el presidente Emiliano García-Page con Castilla-La Mancha y hoy, al fin, ve la luz”, ha incidido, al tiempo que ha asegurado que, con esta norma, en la región, “damos un paso más, sin duda alguna, en derechos y en democracia”.

Así se ha pronunciado Abengózar durante su intervención en el pleno de las Cortes de Castilla-La Mancha, donde el Proyecto de Ley de Participación de Castilla-La Mancha ha sido sometido a votación.

La diputada socialista ha añadido que “la Ley de Participación tiene como objetivo regular el derecho de participación ciudadana, a través de distintos procedimientos e instrumentos y que se ejercerá directamente o a través de las entidades en las que se integre la ciudadanía, propiciando el diálogo permanente entre la ciudadanía y las instituciones públicas”.

Con todo, Abengózar ha destacado la capacidad de consenso de los tres grupos parlamentarios con representación en las Cortes de Castilla-La Mancha y ha manifestado su deseo de sacar adelante, con el voto unánime de todos, esta norma, que garantiza el derecho de la ciudadanía a participar activamente en los asuntos públicos en condiciones de igualdad, información y responsabilidad y que fomenta, a su vez, una cultura de participación responsable, inclusiva y solidaria.

En definitiva, se trata de una ley que hace hincapié en que la participación y la democracia son dos realidades que no pueden concebirse aisladamente y señala el importante papel de la ciudadanía activa y participativa en la consolidación de nuestro actual sistema democrático.