"Prometo una ley consensuada. La caza da muchos puestos de trabajo y no puede estar en manos de los intereses de unos pocos"

"Estoy dispuesto a hacer campaña en Cataluña a favor de la unidad inteligente y serena de España. Algunos en Cataluña han perdido el nortes de más"

El secretario general regional y candidato del PSOE a la Presidencia de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha exigido hoy a Cospedal «con carácter inmediato, urge hoy», la retirada de su proyecto de Ley de Caza en Castilla-La Mancha. Un texto que, a juicio de Page, tal y como lo ha remitido a las Cortes regionales es «nocivo y responde solo a los intereses de muy poca gente».

García Page se pronunciaba de esta manera esta mañana, en Toledo, a preguntas de los medios de comunicación. Su rechazo rotundo a la Ley de Caza de Cospedal coincidía con la reunión que, a esa misma hora, responsables del grupo socialista en el Parlamento autonómico mantenían con representantes de la Plataforma contra esa Ley, que han conseguido reunir 100.000 firmas en toda la región contra el proyecto.

Además de pedir que no continúe la tramitación parlamentaria de la Ley de Cospedal sobre el sector cinegético, Page comprometía como Presidente a partir de mayo un acuerdo con todo el sector, «un texto dialogado, consensuado con todo el mundo».

Recordabas la importancia económica de esta actividad en nuestra tierra, «genera mucho PIB y muchos puestos de trabajo en Castilla-La Mancha», motivo por el que, insistía, «es necesario que la Ley no esté en manos de los intereses de unos pocos. Tal y como está planteado ahora es un atropello, un disparo en toda la regla al sector de la caza en Castilla-La Mancha».

En otro orden de cosas, y también a preguntas de los periodistas, se refería el candidato a la Presidencia de Castilla-La Mancha al adelanto electoral en Cataluña anunciado ayer por Artur Mas.

Lamentaba que «por intereses partidistas se vuelvan a aplazar la resolución de los problemas de Cataluña, sobre todo los económicos» y advertía de que esta decisión sometía a los catalanes y al resto de los españoles «a una campaña electoral de nueve meses».

En cualquier caso, decía estar dispuesto a hacer campaña electoral en su momento, cuando toque, en Cataluña, y adelantaba que la haría «en favor de la unidad inteligente y serena de España. En Cataluña, muchos responsables políticos hace tiempo que han perdido el norte, algunos de más».