Para el secretario general del PSOE de Albacete "nadie de los gobiernos del PP ha movido ni un solo dedo"

El secretario general del Partido Socialista en la provincia de Albacete, Manuel González Ramos, criticó hoy «la pasividad y escaso compromiso con los albaceteños» de la alcaldesa de la ciudad, Carmen Bayod, del presidente de la Diputación, Francisco Núñez, y de la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, «por no ser capaces ni siquiera de sentarse a negociar con Gamesa para evitar el cierre de la planta» que la fábrica eólica tiene en la capital albaceteña.

Tras conocerse que la propuesta de Expediente de Regulación de Empleo planteada por la empresa será definitiva y significará 223 extinciones de contrato y 23 traslados, Ramos manifestó que «se han confirmado los peores de nuestros temores, es decir, que nadie de los Gobiernos del PP ha movido ni un sólo dedo para defender a estos trabajadores». «Me hubiera gustado que cualquiera de ellos hubiese demostrado un apoyo claro y explícito pero, lamentablemente, esa circunstancia no se ha producido y aquí lo único que hemos visto es una foto de la alcaldesa con los afectados y poco más», rechazó el también diputado, para quien el Gobierno de Castilla-La Mancha y la consejera del ramo, Carmen Casero, «podían haber hecho algo porque la administración regional gobernada por el Partido Socialista hizo mucho en su momento para que la factoría se instalara en Albacete con el objetivo de crear empleo y riqueza».

«Desde el PSOE no compartimos ninguna de las razones que han llevado a Gamesa a la aplicación de este ERE», continuó, subrayando que serán cerca de 500 las familias albaceteñas que se verán afectadas directa o indirectamente por un cierre «que estoy convencido que se podría haber evitado si alguien del gobierno del Partido Popular, y especialmente Cospedal, hubiera sido más competente». Para Ramos, «tampoco estaría de más» que el PP impulsara «con fuerza» políticas de apoyo a las energías renovables «e igual si hubiera sido así la situación de Gamesa hoy sería muy distinta, pero es evidente que se decantan por técnicas como el fracking».

«Lo verdaderamente triste es que trabajadores y representantes sindicales se han visto obligados a firmar un ERE porque no tenían otra salida y se han quedado solos porque nadie del Partido Popular les ha acompañado en sus reivindicaciones», concluyó el dirigente socialista.