Opina que Castilla-La Mancha ha entrado en "una depresión como región, de sentimiento" y dice que "hay una desmoralización de la clase empresarial, política y en todas las capas de la sociedad verdaderamente tremenda"

El líder del PSOE de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, reprocha a la presidenta regional, María Dolores de Cospedal, que haya renunciado al diálogo social y opina que la patronal regional está sometida a «una enorme presión» del Gobierno autonómico.

García-Page se pronuncia en estos términos en una entrevista con Efe al ser preguntado por el papel que están jugando con el nuevo Gobierno del PP la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha (Cecam), presidida por Ángel Nicolás, y los sindicatos mayoritarios de la región.

«Yo noto que están muy presionados por el Gobierno de Cospedal, muy presionados», responde sobre la Cecam el líder socialista, quien asegura que conoce «bien» a sus dirigentes y matiza que ésa es su «impresión personal».

De los sindicatos CCOO y UGT, opina que «tendrán sus problemas, como los tienen los partidos políticos y los dirigentes de todos los países», pero afirma que el principal problema es la falta de intención del Ejecutivo autonómico por el diálogo.

García-Page recuerda que estos sindicatos hicieron huelgas generales y «multitud» de manifestaciones a Felipe González y a José Luis Rodríguez Zapatero pero también «se firmaron acuerdos».

El secretario general del PSOE en la región dice que no se explica «por qué Cospedal, en un año, ni siquiera se ha reunido con los sindicatos de Castilla-La Mancha».

«Sólo los ha recibido en Madrid como secretaria general del PP y, por cierto, salieron espantados», apunta en relación a la reunión que la presidenta autonómica y secretaria general del PP mantuvo el pasado mayo con los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez.

A juicio del líder socialista, para el Gobierno autonómico «todo el mundo es culpable menos ellos», lo son «sindicatos, Zapatero y la Iglesia si algún cura sale díscolo».

«Que los trabajadores están en paro y tienen que cobrar un subsidio, es que son unos gandules que no buscan empleo. Aquí todo el mundo tiene la culpa menos Cospedal», agrega.

García-Page opina que Castilla-La Mancha ha entrado en «una depresión como región, de sentimiento» y dice que «hay una desmoralización de la clase empresarial, política y en todas las capas de la sociedad verdaderamente tremenda».

Esa «desesperación», insiste, surge porque «la gente ve a un Gobierno que se pasa la mitad del día insultando» -en este sentido, detalla que ha contabilizado en solo un día hasta 21 insultos hacia él- y «la otra mitad faltando a la verdad».