“Castilla-La Mancha no es viable si no lo es la viña y el vino”, dijo el jefe del Ejecutivo castellano-manchego, al tiempo que puso de manifiesto que con 500.000 hectáreas, Castilla-La Mancha cuenta con casi el 7% de la superficie mundial, prácticamente el 14% de toda la superficie a nivel europeo y aproximadamente el 50% de lo cultivado en España. Castilla-La Mancha es la mayor región vitivinícola del planeta

“La posición de Castilla-La Mancha en materia de liberalización de plantaciones es clara: en contra de la desaparición de los derechos de plantación”. Con esta rotundidad se pronunció hoy el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, en Toledo en el transcurso de la Asamblea de Regiones Europeas del Vino (AREV), ante cuyos miembros advirtió que, ante un mercado en plena remodelación y con la recuperación del consumo aun en mínimos, sería un riesgo poner en marcha este tipo de medidas.

Del mismo modo, indicó que Castilla-La Mancha también es contraria a que la nueva OCM incluya la chaptalización de los vinos, ya que es una medida que distorsiona el mercado, dada su opacidad y falta de transparencia. De ahí que desde el Gobierno de Castilla-La Mancha se abogue porque se incluyan los mecanismos necesarios que obliguen a quien realiza dicha chaptalización, a informar debidamente en el etiquetado de las botellas sobre ella, en aras de una mayor protección de los derechos de los consumidores.

“La demanda que hacemos desde Castilla-La Mancha es de una OCM que siga enfocada hacia el mercado, en la que primen las políticas de promoción y comercialización en terceros países”, manifestó el jefe del Ejecutivo autonómico ante los miembros de la AREV que estudian y debaten el conjunto de la política vitivinícola europea.

En este contexto, José María Barreda significó la importancia que la viña y el vino tienen para Castilla-La Mancha, “esta región no es viable si no lo es la viña y el vino”, advirtió. Así, explicó que del viñedo, que ocupa más del 6% de la superficie de esta región, viven directa o indirectamente cerca de 100.000 viticultores, generando unos 40.000 puestos de trabajo y más de 9 millones de jornales al año.

Con 500.000 hectáreas, Castilla-La Mancha cuenta con casi el 7% de la superficie mundial, prácticamente el 14% de toda la superficie a nivel europeo y aproximadamente el 50% del viñedo cultivado en España.

Una OCM que reconozca la importancia del mosto

Estas cifras se traducen en una producción media cercana a los 20 millones de hectolitros al año, lo que representa también el 7% a nivel mundial, el 12% a nivel europeo y más del 50% de todo el país. Castilla-La Mancha es la mayor región vitivinícola del planeta.

El presidente Barreda aseguró que esta tierra necesita que la OCM siga siendo fuerte financieramente, que garantice unos fondos lo suficientemente amplios como para no poner en peligro lo alcanzado hasta el momento y que reconozca la importancia de productos como el mosto o el zumo de uva, porque son una importante baza de futuro desde el punto de vista de la diversificación y que apueste por potenciar la comercialización.

Del mismo modo, reivindicó una OCM lo más simplificada posible, evitando el exceso de trámites y una engorrosa normativa que, al final, la acaban pagando tanto administración, como administrados.

“Debemos hacer un gran esfuerzo de unidad para comportarnos como una región del planeta que tiene más cosas en común de las que le separan” dijo el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, al tiempo que se mostró convencido de que las regiones europeas de las viñas y el vino tienen un gran futuro.

“Castilla-La Mancha comparte con las regiones y con Europa sueño y anhelos”, concluyó el presidente Barreda, que aprovechó la ocasión para felicitar al secretario regional de UPA, Julián Morcillo, por su reciente elección como vicepresidente del Comité Europeo de Profesionales Vitivinícolas (CEPV).

El alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, que asistió con el presidente Barreda a la Asamblea, dio la bienvenida a los asistentes y destacó la importancia de las actuaciones que desde la Unión Europea se hacen en pro de la agricultura y en concreto en la defensa del vino.

En la Asamblea, celebrada en el Museo del Ejército de Toledo, también han intervenido el presidente de la AREV, Jean Paul Bachi, y recién elegido presidente del Comité Europeo de Profesionales Vitivinícolas, Aly Leonardi.

Precisamente, Bachi expresó su total acuerdo con los planteamientos expresados por el presidente Barreda sobre los derechos de plantación de viñedo y la chaptalización; a lo que añadió que la organización que representa, “en el marco globalizado e internacionalizado actual, queremos jugar la carta de la calidad ante todo”, y recalcó que “el consumidor quiere saber cómo y dónde se ha producido el vino y encontrar autenticidad”, una autenticidad y calidad que ligó directamente con el territorio donde se produce el vino.

La AREV

La Asamblea de Regiones Europeas del Vino, AREV, tras 15 años de funcionamiento y de reuniones celebradas en la mayor parte de las regiones con el fin de conocer sus respectivos problemas, ha conseguido fijar los principios directores de una política vitícola sabiendo conjugar los intereses generales de todo el sector (del productor al consumidor) con las particularidades y tradiciones de cada comunidad autónoma.

Gracias a su doble representatividad, la AREV interviene ante todas las instituciones e instancias encargadas directa o indirectamente de la política vitivinícola europea o mundial y se implica en todos los asuntos relacionados con el vino.

Las 75 Regiones vitícolas de Europa (Unión Europea y Países de Europa Central y Oriental – admitidas desde su creación en 1988) disponen cada una, en el seno de la AREV, de una representación política (Mesa Internacional de la AREV) y de una representación interprofesional (CEPV).