Barreda y González Sinde reinauguran el Museo del Greco
Barreda y González Sinde reinauguran el Museo del Greco
Barreda y González Sinde reinauguran el Museo del Greco
Para presidente de Castilla-La Mancha, esta inversión será muy rentable para la ciudad y el conjunto de la sociedad, al tiempo que destacó la importancia que para Castilla-La Mancha tiene el hecho de considerar la cultura como una industria limpia que tiene, añadió, muchas ventajas: es sostenible y no es deslocalizable, pues siempre va a estar aquí, en el corazón de la Península Ibérica
El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, inauguró hoy en Toledo, junto a la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde y el alcalde de la capital, Emiliano García-Page, el Museo del Greco que ha supuesto una inversión superior a los seis millones de euros y que supone la “vuelta a casa” del artista, según las palabras de Barreda, para abrir las puertas de este centro que aspira a convertirse en todo un referente para el turismo cultural.
“En Toledo estábamos impacientes porque se volviera a abrir su casa-museo”, apuntó Barreda, que destacó la importancia de que este centro se encuentre en el corazón del casco histórico de una ciudad que, recordó, es Patrimonio de la Humanidad en parte también gracias a la contribución del pintor y su obra.
El presidente consideró fundamental buscar buenos pretextos para poner en valor nuestras riquezas patrimoniales, arquitectónicas y artísticas, “y una de esas grandes riquezas, de las muchas que tiene Toledo, es el Greco”, apuntó. De ahí que felicitara al Gobierno de España por la reapertura de este museo de titularidad estatal y gestión directa del Ministerio de Cultura, dependiente de la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales, que abre sus puertas tras su cierre en el año 2006 para ser remodelado.
Para Barreda, esta inversión será muy rentable para la ciudad y el conjunto de la sociedad, al tiempo que destacó la importancia que para Castilla-La Mancha tiene el hecho de considerar la cultura como una industria limpia que tiene, añadió, muchas ventajas: es sostenible y no es deslocalizable, pues siempre va a estar aquí, en el corazón de la Península Ibérica.
El jefe del Ejecutivo autónomo consideró la reapertura de la casa museo del Greco como una buena nueva que va a servir de precedente a la celebración, en 2014, del IV centenario del fallecimiento del pintor, al tiempo que felicitó a todas aquellas personas que han hecho posible que hoy los toledanos sean testigos, dijo, de esta “espléndida realidad”.
Por su parte, la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, señaló que “este Museo del Greco que hoy reinauguramos es un buen ejemplo del esfuerzo idealista y visionario” que conlleva la cultura porque, añadió, gran parte de su origen se remonta a 1886, cuando Manuel Bartolomé Cossío inició ese larguísimo trabajo para rescatar y recuperar a este pintor “que había sido absolutamente relegado por la historia, los cambios en los gustos, las modas, y desde luego por la crítica”.
El alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, destacó la potencialidad de El Greco como motor turístico y señaló que el artista, en esa identificación con Toledo, “significa un puente, un trampolín para alcanzar lo que realmente ambicionamos, y es que la ciudad pase de 2,2 millones de visitantes a los tres millones, a la vuelta de 5, 6 ó 7 años”.
Tal y como indicó, eso es algo “perfectamente posible, estamos muy bien preparados desde el punto de vista del sector y además creemos que el futuro del turismo, del turismo cultural y patrimonial, probablemente es el que más valor añadido va a dejar al conjunto del país y Toledo en esto necesita ser, quiere ser y va a ser, una referencia indispensable”.
El Museo
El proyecto de adecuación y reordenación del Museo del Greco ha tenido como objetivos la renovación y adecuación de las instalaciones (electricidad, climatización, seguridad…). Asimismo, se han suprimido las barreras arquitectónicas y reorganizado las circulaciones adaptando el espacio a las necesidades del elevado número de visitantes.
La solución ha sido la construcción de un pabellón de nueva planta donde se concentra el nuevo espacio de acogida, una sala para recepción de grupos y la zona interna de seguridad del museo. Realizado en hormigón y vidrio, la conexión visual con el jardín histórico es uno de sus grandes valores. A partir de este lugar, se inicia el recorrido por los distintos espacios: cuevas medievales, exposición permanente y el propio jardín como una pieza más del complejo museístico.