“Para mí como presidente de Castilla-La Mancha el agua es un tema muy importante”, dijo el jefe del Ejecutivo castellano-manchego que recordó que el lunes se aprobó en las Cortes autonómicas el proyecto de Ley del Agua y aseveró que le hubiera gustado que se hubiera aprobado por unanimidad y que “hoy estuviéramos en el registro del Congreso la señora De Cospedal y yo”

“Los dirigentes del PP no ha venido a apoyar esta Ley pero está consensuada con las organizaciones profesionales agrarias, con la CEOE-Cepyme, con la UGT, con CCOO, con los regantes y con el movimiento cooperativo… es el resultado del consenso con la sociedad de Castilla-La Mancha”, dijo el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda hoy tras entregar la Ley regional del Agua de Castilla-La Mancha en el registro del Congreso de los Diputados, junto al presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Francisco Pardo.

“Para mí como presidente de Castilla-La Mancha el agua es un tema importante”, subrayó el jefe del Ejecutivo autonómico que recordó que el lunes se aprobó en las Cortes autonómicas el proyecto de Ley del Agua con polémica provocada por el Grupo Parlamentario Popular. “Me hubiera gustado que esa Ley se hubiera aprobado por unanimidad y que hoy estuviéramos en el registro del Congreso la señora De Cospedal y yo”, añadió.

El mandatario castellano-manchego indicó que de la misma manera que se quedó solo en el hemiciclo del Congreso, en la defensa del Estatuto de Autonomía, ahora tampoco ha recibido el apoyo del PP en la defensa del agua para Castilla-La Mancha. “Para ocultar que la señora De Cospedal no quiere hablar de agua en las Cortes del Castilla-La Mancha, los miembros de su grupo organizaron un desprecio con pancartas”, apostilló.

“Para nosotros el agua es muy importante”, dijo el presidente Barreda, al tiempo que destacó que Castilla-La Mancha está afectada por siete cuencas hidrográficas, el Tajo, el Guadiana, el Júcar, el Segura, el Ebro y el Guadalquivir.

El texto que hoy se presenta en la Cámara Baja es perfectamente constitucional ya que se ha tenido en cuenta todo lo que se dice respecto al agua en los estatutos de autonomía aprobados y no recurridos y también lo que dice el Tribunal Constitucional donde se ha pronunciado.

“El objetivo es garantizar la coparticipación del Gobierno de Castilla-La Mancha en los órganos de gestión del agua”, dijo Barreda que se mostró a favor de que los temas de agua sean cuestión de Estado, de un Estado autonómico, en el que “las comunidades autónomas tenemos atribuidas competencias en cuestiones fundamentales como el medio ambiente o el urbanismo”, dijo.

Mejor suerte que el Estatuto de Autonomía

“En esta Ley incluimos lo que pedíamos en el Estatuto de Autonomía que no se pudo aprobar porque no lo respaldó el PP”, dijo Barreda convencido de que esta Ley tendrán “mejor suerte” que el texto del Estatuto porque hay precedentes en otros estatutos y porque “no veo ninguna razón para que lo que es posible en Aragón, o en otras regiones, no lo sea en Castilla-La Mancha”, apuntó el jefe del Ejecutivo autonómico.

El único “pero” de José María Barreda es que en otros lugares se da acuerdo total entre el PP y el PSOE, en Valencia, Murcia y Aragón, menos en Castilla-La Mancha. “El PP esta condicionado por la señora De Cospedal que en vez de estar con los intereses de Castilla-La Mancha se pliega a otros intereses”, agregó.

Del mismo modo consideró que es demencial que De Cospedal tolere a Valcárcel que éste alardee de que ha paralizado el Estatuto de Castilla-La Mancha. “En Murcia deberían tener en cuenta que ellos tienen la posibilidad de desalar y nosotros no tenemos salida al mar”, explicó Barreda que recordó que en Castilla-La Mancha no hay otra posibilidad.

Contenido de la Ley

La Ley del Agua de Castilla-La Mancha contiene todas las disposiciones legales que en materia de agua contenía la reforma del Estatuto de Autonomía.

Se trata de una iniciativa legislativa que las Cortes de Castilla-La Mancha elevan al Congreso de los Diputados para su consideración y que recoge, entre otros asuntos, como mantener una reserva estratégica que atienda las necesidades de Castilla-La Mancha de 4.000 hectómetros cúbicos; elevar el nivel de competencias en materia de agua, esto es la participación en los órganos de dirección de las cuencas hidrográficas con criterios de proporcionalidad y un mayor peso en el proceso de planificación hidrológica y en las decisiones que afectan a Castilla-La Mancha.

La norma recoge que en demarcaciones hidrográficas en las que coexisten más de una cuenca hidrográfica (caso del Júcar y Segura) es necesario que se delimiten correctamente las cuencas hidrográficas que conforman la demarcación. Y en tales casos, los balances de recursos y demandas se han de hacer no por sistemas de explotación, sino por cuenca hidrográfica.

Sobre las infraestructuras de abastecimiento, cuya gestión asumirá el Gobierno autonómico, tan pronto como entre en vigor esta Ley se iniciará el proceso de traspaso a Castilla-La Mancha de la titularidad de todas las infraestructuras hidráulicas que está ejecutando el Estado, cuya gestión nos corresponda.

La norma también hace alusión a la lámina estable de agua en los embalses de cabecera, Entrepeñas y Buendía, así como a la dotación suficiente para garantizar el caudal ecológico del río en todos sus tramos muy importante para el Tajo a su paso por Toledo y Talavera de la Reina.

La Ley del Agua de Castilla-La Mancha también hace alusión a los mal llamados “pozos de sequía” (Segura) y para evitar el abuso injustificado de los mismos se establece que la ejecución y explotación de este tipo de sondeos por parte de Confederaciones Hidrográficas, incluso en situaciones excepcionales, requerirá informe preceptivo de Castilla-La Mancha.

La prioridad para el abastecimiento del río Júcar en Albacete, es otra de las cuestiones que recoge la Ley que indica que se aprobarán, en el ámbito del Júcar, las normas de explotación que garanticen que el abastecimiento es, en todo caso, el uso prioritario, sin que se le pueda exigir al Ayuntamiento de Albacete compensación económica alguna en favor del regadío o cualquier otro uso de menor prioridad.

Se trata de una Ley que cuenta con el consenso de la Mesa del Agua, que está formada por con empresarios, sindicatos, representantes de las cámaras de comercio, asociaciones y organizaciones agrarias, así como con la Universidad de Castilla-La Mancha, la Federación de Municipios y Provincias y la Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía y Gobierno, entre otros.

La Ley del Agua de Castilla-La Mancha nace con vocación de consenso. “El agua está por encima de enfrentamientos electorales y de cualquier otra consideración”, concluyó el presidente Barreda.