El presidente de C-LM se ha referido al complejo eólico que va a construir Iberdrola en la provincia de Cuenca y que generará alrededor de 900 empleos con una inversión de más de 2.000 millones de euros por parte de la compañía.

El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, ha asegurado hoy que no se plantea la hipótesis de que el Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares se instale en Villar de Cañas (Cuenca) y ha hablado del empleo que generará el complejo eólico de Iberdrola en la provincia de Cuenca.

Durante una entrevista en el programa «Hoy por hoy», que dirige Carles Francino en en la cadena Ser y que hoy se emite desde Cuenca, Barreda ha aludido al complejo eólico que va a construir Iberdrola en la provincia de Cuenca y que generará alrededor de 900 empleos con una inversión de más de 2.000 millones de euros por parte de la compañía.

A preguntas sobre el acuerdo del pleno de Villar de Cañas de renunciar a percibir la mitad de la aportación que le correspondería por albergar el ATC (72 millones de euros a lo largo de 60 años), Barreda ha señalado que no se plantea «la hipótesis» de que la instalación se ubique en este municipio conquense y tampoco en Yebra (Guadalajara).

«Tengo la palabra de un ministro del Gobierno y creo en ella», ha señalado el presidente del Ejecutivo regional.

Por otra parte, ha señalado la importancia del día de hoy con la inauguración de la conexión ferroviaria de alta velocidad entre Madrid, Cuenca y Albacete, y ha destacado que «ahora que las distancias se miden más en tiempo que en kilómetros, vertebra más el territorio una obra de esta naturaleza que un discurso pomposo y vacío acerca de la unidad de la patria».

Sobre cómo valora al Gobierno tras su remodelación, Barreda ha lamentado la «mala suerte» que ha tenido porque «empezaron a llover problemas» con Marruecos, con los mercados financieros y con los controladores aéreos, entre otros temas.

«En el caso de los controladores, el Gobierno hace bien en controlar a los controladores, en ponerles firmes, en ponerles en su sitio, en recordarles que los derechos de los ciudadanos se tienen que respetar», ha apuntado.

En el ámbito interno del PSOE, ha dicho que no se «imagina» al presidente del Gobierno «señalando con el dedo» a su sucesor y ha considerado que ésto sería «un error».

Ha recordado que designar al sucesor es un «desastre» y se ha postulado por dejar funcionar la «democracia y las normas internas del partido» y elegir al candidato en un proceso de primarias porque «las formas son el fondo y hay que cumplir las formas».

También ha dicho no estar «en las intenciones» de Rodríguez Zapatero pero ha indicado que debe sentirse «completamente libre» para tomar la decisión y no «presionado» por su entorno, y pensar en el «interés» del proyecto que representa y de España.