El presidente de las Cortes Regionales señaló que se presenta "con ilusión, humildad y mucha responsabilidad"

El presidente de las Cortes regionales, Francisco Pardo, presentó hoy su candidatura a la Secretaría Provincial del PSOE de Albacete, que dejó vacante el pasado lunes el también albaceteño Fernando López Carrasco.

En rueda de prensa, Pardo se mostró «dispuesto a dar un paso más» y a ser el nuevo secretario general del PSOE albaceteño «si mis compañeros quieren», una responsabilidad que dijo afrontar «con ilusión, humildad y mucha responsabilidad».

El también ex secretario de Estado de Defensa, que se mostró dispuesto a «liderar el avance económico y social que se está produciendo en Albacete» con su candidatura, reconoció que ha tomado esta decisión, tras conocer el abandono de López Carrasco y «después de un periodo muy corto de reflexión».

Asimismo, destacó, del PSOE albaceteño, que «tenemos un partido unido, fuerte», enraizado en la sociedad albaceteña y con una militancia «que defendemos esta tierra por encima de cualquier otro interés». De hecho, la defensa de los intereses de los ciudadanos de Albacete «por encima de cualquier otra consideración» va a ser, anunció Pardo, «la hoja de ruta que quiero seguir».

Al secretario general saliente, el presidente de las Cortes regionales le reconoció «el ejercicio de generosidad y lealtad política» que ha realizado al decidir no volver a presentarse. «Aspiro –avanzó– a recoger el testigo de los compañeros que han hecho del PSOE el partido de Albacete».

A preguntas de los medios, sobre sus posibles respaldos, Pardo manifestó que presenta su candidatura «como un militante más de base que soy», añadiendo que se propone, en el tiempo que queda hasta el congreso provincial, el próximo 11 de noviembre, «estar cerca de los militantes para ganarme su confianza».

Sin embargo, sí «reconoció» que el secretario general del PSOE en Castilla-La Mancha, José María Barreda, y el presidente del partido, José Bono, «son amigos y conocen mi intención de presentarme», al igual, dijo, que «otras muchas personas».