“Las Cortes de Castilla-La Mancha era el foro más apropiado para solemnizar el homenaje unánime a las víctimas, porque no se me ocurre nada más sagrado que el dolor de un padre, de una madre, de un hermano o de un marido”. Estas fueron algunas de las manifestaciones del Presidente Barreda durante la celebración del pleno extraordinario en el que se aprobó establecer el 17 de julio como el Día del Defensor del Medio Ambiente. Barreda apuntó que el mejor homenaje a las víctimas es hacer todo lo humanamente posible para evitar accidentes laborales como el que se produjo con accidente de muerte.

El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, agradeció a las Cortes regionales que hayan respaldado unánimemente la aprobación de la Ley para establecer el 17 de julio como el día del Defensor del Medio Ambiente como un homenaje a las 11 personas que fallecieron en el incendio de La Riba de Saélices (Guadalajara) y que “siempre tendrán un lugar en la memoria, un lugar que no vamos a permitir que caiga en el olvido”, significó Barreda.

En opinión del presidente Barreda, el mejor homenaje que se podía realizar a las víctimas era “tenerlos permanentemente en el recuerdo y recuperar su memoria hoy y todos los días como hoy, a partir de este momento, todos los años”.

Tras recordar como la iniciativa de instituir el 17 de julio como Día del Defensor del Medio Ambiente nació del emotivo testimonio de una de las madres de los fallecidos, José María Barreda incidió en su agradecimiento a la unanimidad que ha respaldado a esta Ley, que, además, hará posible que homenajeando a estos 11 trabajadores se reconozca también a todos los trabajadores del Medio Ambiente.

Según argumentó el presidente del Gobierno autonómico, las Cortes de Castilla-La Mancha era el foro más apropiado para “solemnizar el homenaje unánime a las víctimas, dejando por una vez los enfrentamientos fraticidas, las inducciones al cainismo y el intento de instrumentalizar algo que, efectivamente es sagrado, pues no se me ocurre nada más sagrado que el dolor de un padre, de una madre, de un hermano o de un marido”.

En este sentido, José María Barreda significó que “no hay día, desde que acontecieron todas aquellas circunstancias, que no tenga un recuerdo para ellos. Yo estoy obligado, como presidente, a tener la cabeza fría y tomar decisiones que redunden en la eficacia de la lucha contra los incendios, pero no puedo evitar tener sentimientos”.

En este punto, afirmó que las tragedias entran en el ámbito de la incomprensión de los seres humanos, pues nos resultan inconcebibles, imposibles de aceptar, comprender e interpretar.

Un sentimiento, aseguró, que le asaltó desde el primer momento que estuvo con los familiares en el hotel de Guadalajara, uno de los más dramáticos que ha vivido. Por ello, Barreda aseveró que entiende “a los familiares que se rebelan contra el suceso, que no lo comprenden y que no lo aceptan”.

Asimismo, el presidente regional apuntó que el mejor homenaje a las víctimas es hacer todo lo humanamente posible para evitar accidentes laborales como el que se produjo con accidente de muerte, afirmando que, cada año, se declaran más de 1.200 incendios y es inexorable que “muchos hombres y mujeres se vayan a jugar la vida cumpliendo con su trabajo y con su misión y se tienen que sentir protegidos y amparados por la sociedad”.

De ahí que el presidente Barreda concluyera su intervención en el Parlamento regional asegurando que la instauración del día del Defensor del Medio Ambiente es la mejor forma posible de homenajear a aquellos que ofrecieron su vida para proteger la naturaleza y a los que trabajan diariamente para preservarla.