El Presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, ha asegurado hoy que la política del Gobierno regional es ambiciosa y por eso, el objetivo es que, en el plazo de cinco años, “el 95% de la población de nuestra Región se abastezca de aguas superficiales”. Barreda, que participó en la firma de un convenio con la Diputación de Ciudad Real, también aludió a la trascendencia de hacer frente al cambio de las normas que rigen la explotación del trasvase Tajo-Segura, que supondrá el avance más importante en aras de ese aprovechamiento en Castilla-La Mancha del agua de los pantanos de cabecera del Tajo.

El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, aseguró hoy que la política hidráulica del Gobierno regional es ambiciosa y tiene una perspectiva a largo plazo, con el objetivo de dar una solución estructural a las necesidades de la Comunidad Autónoma y lograr que, en el plazo de cinco años, el 95 por ciento de la población se abastezca de aguas superficiales.

Barreda hizo esta afirmación en Ciudad Real, donde asistió a la firma, entre el presidente de la Diputación, Nemesio de Lara, y la consejera de Obras Públicas, María Encina Álvarez, de un convenio de colaboración para la realización de obras de mejora de redes de suministro en 50 localidades por un total de 9,5 millones de euros.

Para el presidente regional, la actual situación de sequía puede estar «tergiversando» la finalidad que se busca desde el Ejecutivo autonómico, pero reiteró que todos los pasos que se están dando desde Castilla-La Mancha tienen la intención estratégica de asegurar de manera definitiva el agua suficiente para garantizar el desarrollo de la región.

Ello, agregó, no es óbice, para que también, y necesariamente al mismo tiempo, se aborden obras de mejoras de la red, como sucede con los convenios que se han establecido con las cinco diputaciones, o que se busquen soluciones para situaciones de urgencia como se dan en algunas comarcas de la propia provincia de Ciudad Real.

Para Barreda, en esa línea a medio y largo plazo, van los acuerdos alcanzados con el Ministerio de Medio Ambiente, entre los que se encuentran, dentro de la recientemente aprobada reforma del Plan Hidrológico Nacional (PHN), el reconocimiento por el Gobierno central de la prioridad de Castilla-La Mancha para utilizar el agua del trasvase Tajo-Segura y la puesta en marcha de las infraestructuras necesarias para que la Comunidad Autónoma pueda aprovechar también ese agua.

Dentro de estas actuaciones, se refirió especialmente a la adjudicación de las obras de la conducción desde el acueducto Tajo-Segura a La Mancha Occidental y a la elaboración del Plan del Alto Guadiana, que, indicó, se redactará en un plazo corto y contará con financiación estatal a partir de los Presupuestos Generales del Estado de 2006.

De cara a la próxima legislatura, Barreda también aludió a la trascendencia de hacer frente al cambio de las normas que rigen la explotación del trasvase Tajo-Segura, que supondrá el avance más importante en aras de ese aprovechamiento en Castilla-La Mancha del agua de los pantanos de cabecera del Tajo.

Otras medidas, agregó Barreda, hacen referencia a la mejora de la calidad del agua del propio río Tajo, considerando el presidente regional, en este punto, totalmente inasumible que, mientras por el trasvase circulan 20 litros por segundo, en el Tajo, antes de llegar a Aranjuez, apenas pasen 6 litros por segundo.