El jefe del Ejecutivo castellano-manchego, José María Barreda, ha propuesto la creación de un grupo de trabajo para analizar, entre otros temas, la reforma de los Estatutos de Autonomía, la financiación autonómica, el acceso a los fondos comunitarios y la política de agua.

El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, le ha propuesto hoy al presidente regional del Partido Popular, José Manuel Molina, a quien ha recibido en el Palacio de Fuensalida de Toledo, la institucionalización del diálogo entre el Gobierno y la oposición y la creación de un grupo de trabajo para abordar de manera conjunta los grandes temas que afectan a nuestra región y para solucionar los problemas de los ciudadanos.

Según ha informado posteriormente el consejero de Presidencia, Máximo Díaz-Cano, la reunión se ha producido “en un clima de absoluta normalidad”. El consejero ha precisado que esa institucionalización incluiría cuatro grandes temas: la reforma de los Estatutos de Autonomía, la financiación autonómica, el acceso a los fondos comunitarios en calidad de región Objetivo 1 de la Unión Europea y la política de agua.

Sobre el debate que existe en España acerca de las reformas estatutarias, Díaz-Cano ha recordado que la postura del presidente Barreda es pública y conocida en el sentido de que cualquier cambio en los Estatutos o en la Constitución debe “estar presidido por el respeto inapelable al principio constitucional de igualdad de todos los españoles”, de forma que se garantice la prestación de los servicios públicos con independencia del lugar de nacimiento o residencia.

En lo que se refiere a Castilla-La Mancha, Barreda ha propuesto como objetivo en la reforma de nuestro Estatuto lograr una mejor posición de la comunidad en los órganos de gestión del agua y buscar una solución satisfactoria para que, en la negociación de la financiación autonómica, la región no salga perjudicada.

En cuanto a los fondos europeos, Díaz-Cano ha informado que tanto Barreda como José Manuel Molina han expresado la voluntad de colaborar para mejorar el acceso de Castilla-La Mancha a los mismos, y que incluso se ha planteado la posibilidad de realizar gestiones conjuntas en el ámbito comunitario.

Política hidráulica

Sobre la política hidráulica, el consejero de Presidencia ha explicado que el presidente del PP ha realizado una propuesta y una pregunta. La propuesta ha sido la realización de una serie de infraestructuras hidráulicas para satisfacer las demandas de agua más acuciantes de la región, como el abastecimiento en el entorno de los embalses de cabecera, en los pueblos de la provincia de Cuenca por los que transcurre el trasvase, la Llanura Manchega o los Corredores de La Sagra y del Henares.

A este respecto, Díaz-Cano ha señalado que se trata de “poner calendario y financiación” a estas obras, con las que el Ejecutivo regional está absolutamente de acuerdo como ha venido defendiendo en los últimos meses.

La pregunta, según el consejero de Presidencia, que ha formulado Molina ha sido la de si el presidente Barreda está de acuerdo con que se construya el trasvase del Ebro. José María Barreda, por su parte, ha respondido que lo que él quiere es ”que se derogue el trasvase del Tajo”.

Díaz-Cano ha indicado que se trata de una pregunta “que llama la atención”, y que ha puesto de manifiesto un distinto enfoque de Gobierno y oposición a la hora de abordar este problema. Para Barreda, ha explicado el consejero, “el quid de la cuestión es que hay que garantizar la presencia de Castilla-La Mancha en los órganos de gestión del agua y lograr la cancelación del trasvase Tajo-Segura para que nuestra región aproveche el agua del Tajo. El trasvase del Ebro al Levante no es una prioridad de Castilla-La Mancha”. En cualquier caso, Díaz-Cano ha afirmado que se trabaja para lograr “un acuerdo global”.

Por último, y a preguntas de los periodistas sobre las relaciones entre el Gobierno regional y el Ayuntamiento de Toledo, Díaz-Cano ha asegurado que “son fluidas” y que el presidente Barreda se ha mostrado dispuesto a mantener una reunión monográfica con José Manuel Molina, esta vez en su calidad de alcalde de la capital regional.

Defensa conjunta de los intereses de la región

Por su parte, el presidente del PP de Castilla-La Mancha ha coincidido en valorar que la reunión ha transcurrido en un ambiente de normalidad y ha mostrado su compromiso y disposición para estar junto al Gobierno autonómico en los asuntos importantes para la región.

Así, Molina ha calificado de “buena” la propuesta de Barreda de institucionalizar el diálogo, porque “eso significa que va a haber una posición conjunta de defensa de los intereses legítimos” de Castilla-La Mancha. También ha asegurado que entre el Gobierno y el Partido Popular existen “puntos de conexión en los temas que podríamos definir ‘de Estado’ y que nos afectan para el futuro”.