Sanidad, servicios sociales, infraestructuras, educación y empleo serán los ejes de las cuentas públicas de la comunidad autónoma para el próximo año, según adelantó el consejero de Presidencia, Máximo Díaz-Cano

Castilla-La Mancha contará en el año 2005 con unos presupuestos ambiciosos, comprometidos y para el futuro que contemplan una partida de gastos cercana a los 7.000 millones de euros, lo que supone un incremento del 8 por ciento con respecto a las cuentas de este año.

Así lo puso de manifiesto el consejero de Presidencia, Máximo Díaz-Cano, quien informó de la aprobación por parte del Consejo de Gobierno del anteproyecto de Ley de los Presupuestos Generales de la comunidad autónoma para el próximo ejercicio. Unas cuentas públicas que la consejera de Economía y Hacienda, María Luisa Araújo, presentará el día 1 de octubre en las Cortes regionales, después de que sea aprobado el proyecto de Ley de los Presupuestos por el Consejo de Gobierno el 28 de septiembre.

«El crecimiento de estos presupuestos va más allá de las previsiones de crecimiento de la economía para el próximo año», indicó Díaz-Cano quien adelantó que el primer bloque de prioridades tiene que ver con la prestación de servicios esenciales para los ciudadanos como la sanidad y los servicios sociales, «señas de identidad del Gobierno de Castilla-La Mancha».

Además, el consejero de Presidencia afirmó que las cuentas públicas para 2005 apostarán, en el marco del Pacto por el Desarrollo y la Competitividad, por las infraestructuras, la innovación, las nuevas tecnologías y la educación sin olvidar aquellas medidas destinadas al fomento empresarial y a la mejora de calidad del empleo.