El consejero Máximo Díaz-Cano asegura que este órgano está obsoleto “al no responder a la realidad del actual Estado de las Autonomías”.

El consejero de Presidencia, Máximo Díaz-Cano, subrayó hoy que el Gobierno de Castilla-La Mancha considera necesario que se modifique la composición de la Comisión de Explotación del trasvase Tajo-Segura “porque no se corresponde con la realidad del actual Estado de las Autonomías, ya que se deja que tomen decisiones órganos constituidos por técnicos y que no tienen la más mínima representatividad de los territorios que componen este país”.

De esta forma, el consejero de Presidencia transmitía el “rechazo tajante” del Gobierno regional a la reciente decisión de la Comisión de Explotación del trasvase de derivar 114 hectómetros cúbicos del Tajo al Segura, “porque es inadmisible que de esa cantidad de agua más de dos tercios van destinados a regadíos y campos de golf, y no se tenga en cuenta las necesidades de consumo humano de la cuenca cedente de Castilla-La Mancha, sin que podamos utilizar una sola gota de ese agua para beber”.

Además, Máximo Díaz-Cano destacó que desde Castilla-La Mancha no se entiende que sobre los órganos de gestión del agua del Tajo “tenga más peso y fuerza las decisiones y peticiones de la cuenca del Segura y del Sur, que los propios intereses de la cuenca del Tajo”, cuestionando que “los representantes de la Confederación Hidrográfica del Tajo den prioridad, más fuerza y más validez a los intereses de otras cuencas hidrográficas, que ya tienen a sus propios representantes y organismos”.

Esta situación pone de manifiesto, según dijo el portavoz del Ejecutivo castellano-manchego, que las actuales confederaciones hidrográficas “son organismos absolutamente obsoletos, que no sirven para atender ni gestionar un recurso tan importante como es el agua en la España de las Autonomías”.

Reformar las confederaciones hidrográficas

En este sentido, el consejero de Presidencia insistió en que es necesario reformar “de arriba abajo” las actuales confederaciones hidrográficas, que surgieron a principios del siglo XX, “para que los territorios afectados tengan la representatividad necesaria y la fuerza precisa en la toma de decisiones que les corresponden”.

Máximo Díaz-Cano recordó que el actual trasvase Tajo-Segura tampoco responde a los planteamientos medioambientales de la actual Directiva Marco de Aguas de la UE y que, tal y como reconoció la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, en su comparecencia en el Senado, hoy en día sería imposible realizar una obra de este tipo.

En base a estos argumentos “de lógica y razón”, el Gobierno autonómico está dispuesto, según apostilló el consejero de Presidencia, “a emprender las acciones de todo tipo que sean precisas, a no renunciar un ápice a poner fecha de cancelación al trasvase y, mientras eso se produce, nos planteamos como objetivo prioritario utilizar también el agua del trasvase para satisfacer las demandas y las necesidades de Castilla-La Mancha que no están cubiertas”.