Señalan que se el trasvase Tajo-Segura es una obra anacrónica y concebida con criterios que en el año 2004 son ya inadmisibles

La Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura, reunida en Madrid en la sede del Ministerio de Medio Ambiente, ha aprobado un trasvase de 114 hectómetros cúbicos desde la cabecera del Tajo al Segura para el primer trimestre del año hidrológico 2004-2005. Actualmente la reserva almacenada en los embalses de Entrepeñas y Buendía alcanza unos 780 hm3, equivalente a un tercio de su capacidad. En igual fecha del año pasado, el trasvase que se aprobó para el primer trimestre fue de 160 hm3, cuando la reserva embalsada era de 700 hm3.

El trasvase ha contado con el voto en contra de los representantes de Castilla-La Mancha en esta reunión, ya que la cantidad destinada al abastecimiento humano es nuevamente muy inferior a la que se deriva para otro tipo de usos.

Ante este nuevo trasvase, el Gobierno regional quiere volver a denunciar la situación anacrónica de esta infraestructura. Se trata de una obra concebida hace más de 30 años con criterios hoy inadmisibles para una sociedad democrática, tanto por lo que supone de imposición a un territorio de una pesada servidumbre en contra de la voluntad y los legítimos intereses de sus habitantes, como por los graves efectos ambientales que supone la detracción de tres quintas partes del caudal natural en la cabecera de un río.

Desde amplios sectores de Castilla-La Mancha se pide una revisión a fondo de las condiciones del único trasvase importante que subsiste en nuestro país tras la derogación del trasvase del Ebro, de modo que se atiendan con carácter prioritario y urgente las necesidades de agua de la propia cuenca cedente, en particular el estado ecológico del río Tajo hoy muy alejado de las exigencias de la Directiva Marco europea sobre política de aguas.

Igual urgencia se reclama para dar cumplimiento al Real Decreto Ley 8/1995, de 4 de agosto, que autorizó destinar una parte de las aguas trasvasadas al abastecimiento de numerosas poblaciones del Alto Guadiana afectadas por la sobreexplotación del acuífero que las suministra, previsión que hasta hoy, nueve años después de la promulgación de la norma, no ha podido llevarse a cabo por la paralización de las obras de conexión del Acueducto Tajo-Segura con la Llanura Manchega, infraestructura cuya construcción comprometió en su día el Gobierno de la nación.

Declaraciones de la consejera de Obras Públicas

La consejera de Obras Públicas, María Encina Álvarez, ha aprovechado su reunión con el presidente de la Confederación Hidrográfica del Tajo, José María Macías, para manifestarle el rechazo del Gobierno regional a la aprobación de este nuevo trasvase asegurando que el mismo “no cumple con algunas normas básicas como la Ley de Aguas o la directiva marco europea de política del agua”. María Encina Álvarez ha recordado que la Ley de Aguas establece que toda concesión de agua tiene que tener un fin, y que en este caso el trasvase Tajo-Segura “ni siquiera tiene aprobada una concesión”.

Además, la consejera le ha trasladado a los representantes de la Confederación que la Ley de Aguas determina que para que se produzcan trasvases deben existir recursos excedentarios en la cuenca cedente y estar garantizadas las necesidades de abastecimiento, “y en este sentido le hemos dicho que no se cumple esa condición en Castilla-La Mancha, y que además, de acuerdo con la normativa europea, debe garantizarse el buen estado ecológico de los ríos, y que en el caso del Tajo esto tampoco se cumple”.