Así lo afirmó en sede parlamentaria el jefe del Ejecutivo castellano-manchego en el marco del debate sobre la Proposición de Ley de Reforma de la Ley 11/2003, de 25 de septiembre, del Gobierno y del Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha que ha tenido lugar hoy en las Cortes regionales.

En este contexto recordó que la Ley sometida a debate es una norma muy importante que para su modificación requiere una mayoría cualificada y que en su día fue aprobada por unanimidad con votación por llamamiento. Muchos de los miembros que formaban parte de aquella Cámara también forman parte de la misma como el diputado ‘popular’ Leandro Esteban, que hoy intervino en este punto.

El jefe del Ejecutivo autonómico recordó que alguna vez será ex presidente de la región entre otras cosas porque en la Ley cuya modificación hoy se somete a debate, el artículo 4.2, en cuya redacción él tuvo un papel determinante, dice que “no podrá ser elegido presidente de la Junta de Comunidades quien ya hubiese ostentado este cargo durante al menos 8 años”.

“No podré ser candidato en 2015 y seré ex presidente en algún momento, cuando los ciudadanos quieran o en todo caso en 2015 por imperativo legal”, subrayó el presidente que quiso hacer pública su decisión en sede Parlamentaria y que aprovechó la ocasión para desear a los diputados presentes, un feliz y “razonable 2011”.

En una segunda intervención el presidente de Castilla-La Mancha tuvo que lamentar las alusiones personales que el diputado del PP encargado de defender su propuesta hizo al jefe del Ejecutivo, “centrando su intervención en insultos, calumnias y difamando”.

A este respecto José María Barreda apuntó que “se veía obligado a la contención” ya que su obligación como presidente es dignificar instituciones como el Parlamento de Castilla-la Mancha.

“No voy a entrar en su juego. Estoy absolutamente tranquilo con mi trayectoria y mi compromiso con Castilla-La Mancha y no tengo nada que ocultar, además esa es la grandeza de la Democracia, que no hay espacios para la opacidad”, apuntó el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda.