El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, en una entrevista concedida a la Agencia Efe, ha señalado que con la celebración del pleno sobre la marcha de las negociaciones sobre nuestro Estatuto de Autonomía, que tendrá lugar en las Cortes regionales, pretende acabar con la “ceremonia de la confusión y los reproches cruzados que se han venido dando durante las últimas semanas”. Barreda, en esta entrevista, publicada durante este fin de semana, también ha hecho un repaso sobre otros asuntos de la actualidad como la financiación autonómica, el anuncio de movilizaciones sindicales, la sentencia del Supremo sobre los acuíferos, etc.

El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, solicitó un Pleno monográfico sobre el Estatuto de Autonomía -que se celebrará mañana, lunes, en las Cortes regionales- para «evitar la ceremonia de la confusión y de reproches cruzados» que las últimas semanas viven el PSOE y el PP sobre este asunto.

Así lo explica en una entrevista con EFE, en la que asegura que en las negociaciones para las enmiendas al Estatuto «está transigiendo y mucho» pero que no puede aceptar «lo que propone el PP en el Congreso, que no se haga ninguna referencia al agua».

Barreda pide a la jefa de la oposición regional y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que dé una explicación de por qué no existe aún un acuerdo, ya que, según él expone, el PSOE ya «está flexibilizando su postura».

Existe «un abanico de posibilidades que estamos dispuestos a apurar», afirma Barreda, que reconoce que la inclusión en el articulado del fin del trasvase Tajo-Segura en 2015 era «un pronunciamiento de máximos».

En este sentido, explica que el PSOE ha propuesto que ese deseo sea expresado en el preámbulo, además de que «la ley de leyes a nivel autonómico» contemple una reserva mínima en la cabecera del Tajo de 600 hectómetros cúbicos, para elevar los 240 previstos legalmente ahora.

«Buscamos el consenso, no quiero el enfrentamiento por el enfrentamiento», dice Barreda, quien, sobre una nueva ampliación del plazo de enmiendas (hasta el 10 de febrero), considera que no se puede «estar prorrogando ´sine die´ una situación que cada vez perjudica o hace más difícil la posibilidad de una acuerdo».

A Barreda no le gusta que parezca «que nos estamos echando la culpa y la responsabilidad de que no lleguemos a un acuerdo los unos a los otros».

Por eso confía en que «con luz y taquígrafos» en el Pleno parlamentario «especifiquemos cada uno qué es lo que estamos dispuestos a aceptar, en qué hemos cambiado el texto inicial y sobre qué bases ofrecemos el consenso».

«Todavía mantengo la esperanza», dice Barreda, y asegura que salvo en los aspectos sobre el agua «el acuerdo está alcanzado» y no le importará detallar en las Cortes cómo queda el texto pactado sobre otros puntos, como la financiación adicional para la comunidad hasta que se alcance la media española, pero no antes, «por cortesía parlamentaria».

Barreda recuerda que en una reunión discreta que tuvo con Cospedal quedaron en que ella se encargaría de aunar la postura del PP «porque se supone que tiene influencia» y él de las del Gobierno y el PSOE, cometido que cree que ha cumplido, y que ella no.

El Estatuto valenciano, añade Barreda, «se arrogaba el derecho a las aguas supuestamente excedentarias de otras cuencas» sin que oyeran «ruido» desde Castilla-La Mancha hasta que una vez aprobado fue recurrido ante el Tribunal Constitucional, y por ello pide el mismo respeto ahora.

Barreda cree que «nos tenemos que acostumbrar a que sin que parezca una tragedia, sin una tensión insoportable, haya recursos entre los territorios, los partidos, porque estamos en un Estado de las Autonomías».

«No sería deseable esa hipótesis», dice Barreda sobre la facultad que conservan las Cortes castellanomanchegas de retirar la propuesta de reforma del Estatuto si fracasa el acuerdo.<br<
«Tienen que saber los españoles que se produce la aberración de que por canal artificial Tajo-Segura transcurre mucho más caudal que por el cauce ordinario del río», dice Barreda.

No se alcanzan la mayoría de los días los preceptivos seis metros por segundo del Tajo antes de que le afluya el Jarama, mientras van veinte metros por segundo por el acueducto, explica.

Barreda ve un PP no de fiar e ironiza con no espiar con la nueva financiación

«Cómo nos vamos a fiar de un partido que se espía entre sí porque no se fían de ellos mismos». Así piensa «la gente» sobre la trama del PP madrileño, según el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, quien, en tono irónico, dice que no usará la nueva financiación autonómica para espionajes.

En esta misma entrevista, Barreda explica que el aumento de recursos económicos que obtendrán las comunidades cuando entre en vigor el nuevo modelo será empleado en Castilla-La Mancha en mejorar servicios sociales «y no en abrir embajadas, crear policías autonómicas u organizar servicios de espionaje».

A Barreda le parecen de un alcance «demoledor» los espionajes producidos presuntamente en la Administración de la Comunidad de Madrid e investigados por la fiscalía.

«La gente es inteligente y hace una reflexión que es irrefutable: cómo fiarse de unas personas que no se fían entre sí», reflexiona Barreda, que añade que en política «la confianza es un ingrediente fundamental».

En este sentido, Barreda hace hincapié en que en los espionajes políticos «les interesa la vida de los demás, pero no para atender sus necesidades elementales, no (lo hacen) para saber cómo sufren o qué padecen, (sino que) les interesa la vida de los demás de otra manera».

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?2AutorInstitucion?2Usuario que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tuvo «el planteamiento correcto» de que todas las comunidades aumenten los recursos recibidos del Estado.

«Es el punto de partida lógico e inteligente si se quiere un acuerdo por unanimidad», dice Barreda, que considera «un éxito y un acierto» de Zapatero la ronda de reuniones con todos los presidentes implicados, «porque no siempre se ha hecho así, es la primera vez».

Acerca de que se prolongue un acuerdo y si esto es debido a dificultades en la negociación con Cataluña, Barreda se limita a decir: «prefiero que lo explique el señor (presidente de la Generalitat catalana, José) Montilla».

Movilización sindical

Por otra parte, Barreda, ve «comprensible que los sindicatos se movilicen», incluso aunque en el Gobierno regional «todas las decisiones para afrontar la crisis hayan estado precedidas de un acuerdo con los sindicatos y los empresarios», lo que él promete «seguir haciendo».

Barreda asegura que «desde hace mucho tiempo» en Castilla-La Mancha se está practicando el diálogo social, porque es «fundamental», y, de hecho -añade- aunque exista una mayoría parlamentaria socialista, es un «gobierno en coalición con la sociedad, con los sindicatos y con las organizaciones empresariales».

Sobre la crisis económica, Barreda recuerda que Castilla-La Mancha «no está en una campana de cristal» y que lo que pasa en el resto de España, de Europa o del planeta «afecta de una manera determinante».

Así, explica que son «factores exógenos que condicionan» y «difíciles de manejar y difíciles de prever», lo que «complica el análisis y el diagnóstico» y «hace difícil el pronóstico».

«No olvidemos que estamos viviendo un tiempo desconocido, que significa nada más y nada menos que la primera gran crisis de la mundialización», advierte Barreda, y explica que «se plantea en unos términos que no tienen precedentes» y «ni siquiera es comparable con lo que sucedió como consecuencia del ´crack´ de 1929 y la recesión de los años treinta» del siglo pasado.

Barreda es consciente de que «en cualquier caso» las administraciones están obligadas «a apurar el margen de actuación que cada cual» tenga, tanto los ayuntamientos como los gobiernos autonómicos y central, y las organizaciones internacionales. «Un llamamiento a la unidad, a la responsabilidad», hace Barreda.

Y augura: «saldremos de esta situación si todos remamos en la misma dirección».

«Si la oposición es leal y constructiva, y en vez de dedicarse sistemáticamente a demoler o entorpecer, colabora, miel sobre hojuelas», concluye.

”La sentencia del Supremo obligará a corregir que se esquilmen acuíferos”

Igualmente, Barreda ha dicho que le «satisface» la decisión del Tribunal Supremo de anular un real decreto de ayudas a la sequía de octubre de 2005, porque esto «obligará a corregir» prácticas como abrir pozos que esquilman algunos acuíferos.

Ha mostrado su satisfacción por que el Supremo haya «dado la razón» a la Junta de Castilla-La Mancha al estimar el recurso que presentó contra unas ayudas a la sequía en las cuencas del Júcar, el Segura y el Tajo.

Éste, según Barreda, «permitía que se hiciera un uso abusivo por parte de las confederaciones hidrográficas de algunas prácticas, como, por ejemplo, abrir pozos que estaban esquilmando los acuíferos de algunos ríos» en la comarca de Hellín (Albacete).

«Cada vez que sacaban el agua la vertían al cauce para que transcurriera aguas abajo (de la cuenca del Segura) y nosotros no estábamos de acuerdo en esa práctica», ha explicado el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha.

Barreda ha añadido que la Junta evaluará ahora «con detenimiento» el texto de la resolución del Supremo recién conocida.

En la sentencia, a la que tuvo este jueves acceso Efe, el Tribunal Supremo argumentó el fallo en que el Consejo de Ministros no cumplió el preceptivo trámite de audiencia a las juntas de gobierno de las tres confederaciones hidrográficas afectadas.