“Castilla-La Mancha ha dado un giro de 180 grados. Hoy no se pasa de nosotros, se cuenta con nosotros porque somos parte de la España emergente que crece económica, industrial y demográficamente”. Estas fueron algunas de las manifestaciones del presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, durante la presentación de las obras de conducción de agua desde el Acueducto Tajo-Segura a la Llanura manchega, en Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real, acto en la que estuvo presente la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona. Estas obras beneficiarán a 90 municipios y a cerca de medio millón de personas.

El presidente de Castilla-La Mancha, aseguró esta mañana en la presentación de las obras de conducción de agua del trasvase Tajo-Segura a la Llanura manchega que estas obras tendrán una importancia estratégica para nuestra Comunidad pues van a permitir que “500.000 castellano-manchegos tengan asegurado su abastecimiento con aguas de calidad”.

El presidente Barreda, que subrayó la importancia que tiene esta infraestructuras porque hemos empezado a poner las bases que nos va a permitir utilizar el agua del trasvase.

El jefe del Ejecutivo castellano-manchego también incidió en el hecho de que cuando se construyó el trasvase Tajo-Segura, se proyectó desconsiderando a Castilla-La Mancha y desoyendo sus intereses. Ahora, precisó Barreda, la situación ha cambiado ya que la Constitución de 1978 brindó a la Comunidad Autónoma la oportunidad de “dar un paso hacia delante, dejar constancia de que existíamos y de que teníamos necesidades a las que nosotros mismos podíamos encontrar solución”.

En este sentido, el presidente argumentó que en lo que concierne a planificación hidrológica “Castilla-La Mancha ha dado un giro de 180 grados. Hoy no sólo no se pasa de nosotros sino que se cuenta con nosotros porque somos parte de la España emergente que crece económica, industrial y demográficamente”.

Por ello, apuntó Barreda, ahora nadie ignora que Castilla-La Mancha tiene necesidades que cubrir con un desarrollo sostenible y sostenido.

El presidente recordó ante la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, que la escasez de agua en Castilla-La Mancha es un problema estructural y aludió a su reciente visita al yacimiento de la Edad del Bronce en la Motilla del Azuer (Ciudad Real), en el que los trabajos arqueológicos han recuperado el pozo más antiguo de la Península Ibérica que se encuentra fortificado, prueba de que ya en aquel entonces el agua era un tesoro estratégico que había que proteger.

90 municipios beneficiados

“Tenemos problemas estructurales de agua, por esos esta obra que abastece en cantidad y calidad a 90 municipios de la Llanura manchega es tan importante para nosotros”, apuntó.

Barreda también aludió, como ejemplo de que las cosas están cambiando a los 27 municipios conquenses que durante el verano tenían que ser abastecidos con cisternas mientras sus habitantes veían pasar el agua del trasvase Tajo-Segura por encima de sus tejados. Situación que ya ha empezado a cambiar pues ya se han licitado las obras para abastecer a estos municipios con aguas de esta infraestructura.

Por este, motivo el presidente del Gobierno autonómico solicitó ayuda para compaginar intereses que a veces no son coincidentes pero que tienen que garantizar la regeneración de los acuíferos sobreexplotados y el mantenimiento de las rentas de los agricultores.

En este sentido, Barreda expresó su convencimiento de que se lograrán estos objetivos, “con el esfuerzo de todos. Primando el interés general por encima de todo y utilizando un método que se ha revelado como infalible para Castilla-La Mancha: el diálogo, el pacto y el consenso”.

En este orden de cosas, el presidente apeló a la necesidad de seguir haciendo un esfuerzo para que otros proyectos importantes como el Plan Especial del Alto Guadiana se materialice con el consenso y el apoyo de todos. Una cuestión que rubricó también la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona que reiteró el compromiso del Gobierno de España con todos los territorios y también con Castilla-La Mancha.

El presidente autonómico concluyó expresando su gratitud al Gobierno de la Nación que ha hecho posible que este proyecto crucial para Castilla-La Mancha, postergado desde 1995 haya comenzado a materializarse por fin.

Por otra parte, la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, valoró que la tubería a la Llanura manchega, con un presupuesto de 400 millones de euros es la obra más importante que se va a realizar en la Comunidad Autónoma en el marco del programa AGUA, que prevé más de 2.000 millones de euros de inversión en infraestructuras hidráulicas, fruto del acuerdo entre el presidente Barreda y el Gobierno de España.

Las obras de conducción del acueducto Tajo-Segura a la Llanura manchega, que, con una inversión estimada en más de 400 millones de euros, pretende paliar los problemas que tradicionalmente vienen sufriendo unos 500.000 habitantes en 90 municipios de la llanura manchega, consisten en un depósito superior de regulación, una estación de tratamiento de agua potable en cabecera, una conducción principal de 120 kilómetros de longitud y ramales secundarios de más de 700 kilómetros.