“Los partidos políticos y las instituciones debemos estar para solucionar los problemas de los ciudadanos, no para creárselos”. Estas fueron algunas de las manifestaciones del Presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, durante su intervención en el ciclo “Pensamiento y sociedad” del Club “Siglo Futuro” en Guadalajara. Para Barreda, la próxima reforma de nuestro estatuto, debe suponer “más autonomía, más España y más y mejor bienestar para los castellano-manchegos”

El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, aseguró hoy, durante su intervención en el ciclo ‘Pensamiento y Sociedad’ del Club Siglo Futuro de Guadalajara, que la reforma del Estatuto debe conseguir “más España, más Castilla-La Mancha y más y mejor bienestar para los castellano-manchegos”.

En este sentido, el presidente Barreda argumentó que no concibe la autonomía política como un fin en sí misma sino, “como un instrumento para lograr más desarrollo y bienestar para los castellano-manchegos”.

Asimismo, afirmó comprender que la reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha no constituya una prioridad para los ciudadanos ya que “los partidos políticos y las instituciones debemos estar para solucionar los problemas de los ciudadanos, no para creárselos”. Matizó que, los ciudadanos sí consideran como una prioridad que cuando abran el grifo caiga agua.

Un futuro por delante

Tal y como argumentó, precisamente uno de los objetivos que se siguen con la reforma del Estatuto es garantizar que la escasez de agua no vuelva a constituir un factor limitante para el desarrollo de la región y que en el futuro no vuelvan a desconsiderarse los derechos de Castilla-La Mancha como cuenca cedente.

Del mismo modo, José María Barreda, recordó lo que ha supuesto para la Comunidad Autónoma la trilogía democracia en España, autonomía en Castilla-La Mancha y solidaridad europea, que calificó como “tres factores que al converger explican el gran desarrollo experimentado en Castilla-la Mancha”.

Igualmente, José María Barreda aludió a la constitución de 1978 como el punto de inflexión que ha deparado para España el periodo de desarrollo y bienestar más próspero de toda su historia, poniendo fin a un pernicioso pasado repleto de enfrentamientos fratricidas.

Por este motivo, el máximo responsable del Gobierno autonómico aludió a la responsabilidad de los representantes políticos e institucionales para realizar la pedagogía política necesaria que aleje a la ciudadanía del enfrentamiento cainita.

En alusión al debate suscitado por la reforma del Estatuto catalán, argumentó estar convencido de que su oposición junto con la de otros representantes políticos y parlamentarios al texto inicial que salió del Parlament catalán ha rebajado las pretensiones del primer texto. Asimismo, abogó por la confianza en los cauces institucionales que establecen el proceso a seguir.

Nuevos sistema de financiación

De igual modo, el jefe del Ejecutivo castellano-manchego afirmó que el nuevo sistema de financiación autonómica planteado debe verse como “una auténtica oportunidad para Castilla-La Mancha comparable a la que se abrió ante nosotros con el proceso autonómico iniciado con al Constitución de a1978”.

El presidente Barreda realizó esta afirmación porque tiene depositada “una gran confianza y fe en las posibilidades y el futuro de Castilla-La Mancha, una confianza que no es como la fe del carbonero sino que se fundamenta en el espléndido presente que hemos sabido construir partiendo de un pasado repleto de dificultades”.