El portavoz en materia de Economía del Grupo Socialista, Antonio Guijarro, asegura que las declaraciones de Conde sobre Molina vienen a poner de manifiesto “la falta de liderazgo en el seno del PP regional”

“No es bueno para Castilla-La Mancha que el principal partido de la oposición se encuentre enfrascado en este tipo de discusiones de carácter interno”. Estas eran algunas de las manifestaciones del portavoz en materia de Economía del Grupo Parlamentario Socialista en las Cortes Regionales, Antonio Guijarro, a preguntas de los periodistas, sobre las declaraciones realizadas por el senador del PP por Toledo, Agustín Conde, sobre las dudas del presidente regional del PP, José Manuel Molina, en torno a su candidatura a la Junta de Comunidades.

Recordar que Conde calificó, en una entrevista a la Agencia Efe, de «inexplicable» que, cuando a Molina, se le pregunta por su candidatura a las próximas autonómicas, «no conteste con la gallardía que se presume» y diga que «el candidato soy yo, que asumiré mi responsabilidad y que haré lo que tenga que hacer».

Para Guijarro, “aunque, como no podía ser de otra forma, respetamos las cuestiones internas del PP como de cualquier otro partido, estas manifestaciones vienen a poner de manifiesto la falta de la falta de liderazgo en el PP y esto no es bueno para Castilla-La Mancha”.

Para el responsable socialista, “no es bueno para nuestra comunidad autónoma, no es bueno para nuestra tierra que el principal partido de la oposición se encuentre enfrascado en este tipo de discusiones, de carácter interno, sobre quien dirige su partido, sobre quien será o no el candidato. Y no es bueno cuando hay asuntos muy importantes que preocupan a los ciudadanos como el tema del agua, sobre los que lamentablemente el PP no tiene criterio o tienen un criterio bastante errático”.

Nueva reforma fiscal

Por otra parte, Antonio Guijarro, ha destacado hoy, en rueda de prensa, que la nueva reforma fiscal, aprobada el pasado viernes por el Consejo de Ministros, va a beneficiar a la mayoría de los contribuyentes y empresas castellano-manchegas.

Según Guijarro, “prácticamente el 60% de los contribuyentes castellano-manchegos verán reducidos sus impuestos un 17 por ciento. También el conjunto de nuestras empresas van a ver reducido en 5 puntos el tipo aplicado en el impuesto de sociedades a lo largo de los próximos años”.

El responsable socialista, que calificó esta reforma de “prudente”, indicó, igualmente que es una reforma importante porque, en el conjunto del Estado, se van a bajar los impuestos al 99,5 por ciento de los contribuyentes, “además supone una medida de estricta justicia social porque cerca de 1,3 millones de ciudadanos de rentas muy bajas dejarán de pagar impuestos”.

Guijarro señaló que serán estos ciudadanos junto a los asalariados, los pequeños ahorradores y las pequeñas y medianas empresas los grandes beneficiarios de esta reforma.

En cuanto al Impuesto sobre la Renta (IRPF), destacó como principales novedades que los trabajadores asalariados con ingresos anuales inferiores a 9.000 euros quedarán exentos de hacer la declaración (ahora el mínimo exento está en los 3.400 euros).

Igualmente, indicó que el IRPF quedará reducido a cuatro tramos desde los cinco actuales, será más simple y más justo “porque se va a dar un tratamiento más equitativo para todos los contribuyentes: pagarán menos los que tienen menos”, apuntaba el responsable socialista.

Por lo que se refiere al Impuesto sobre Sociedades, destacó que por primera vez, en democracia, se reduce. Así, experimentará una rebaja del tipo general del 35 por ciento actual hasta un 30 por ciento. Mientras que en el tipo aplicado a las pequeñas y medianas empresas (pymes), pasará del 30 al 25 por ciento. “Es decir los tipos se reducirán gradualmente cinco puntos entre el año 2007 y el 2011”.

Con esta medida, en opinión de Guijarro, se mejorará la competitividad de nuestras empresas.

Por último, el portavoz en materia económica del Grupo Socialista señaló que frente a esta reforma de los socialistas, los “populares” durante sus 8 años de gobierno sólo impulsaron reformas basadas en “grandes campañas de imagen para publicitar rebajas en el IRPF que disimulaban la creación de nuevas tasas y la continua subida de los impuestos indirectos, con lo que la presión fiscal nunca dejó de crecer durante sus años de gobierno”.