Barreda reclama la ‘urgente necesidad’ de garantizar el abastecimiento de agua a la Región
Barreda reclama la ‘urgente necesidad’ de garantizar el abastecimiento de agua a la Región
Barreda reclama la ‘urgente necesidad’ de garantizar el abastecimiento de agua a la Región
El Presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, ha reclamado la urgente necesidad de garantizar el abastecimiento de agua a la Región. Estas manifestaciones fueron realizadas durante la celebración del Día de la Provincia en Daimiel (Ciudad Real). Para Barreda "Castilla-La Mancha no va a renunciar a tener más y mejor agua que garantice el abastecimiento de la población, el uso del agua y libere la presión de los acuíferos" y mostró su confianza en que más pronto que tarde el conjunto de los castellano-manchegos "ganaremos esta reivindicación de un agua sobre la que tenemos preferencia".
El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, reclamó hoy en Daimiel (Ciudad Real), durante la celebración del Día de la Provincia, la «urgente necesidad «de garantizar el abastecimiento de agua y de cubrir todas las necesidades que en materia hidráulica presenta la región.
Para Barreda no es admisible que una ley de 1971, impuesta en un contexto de dictadura, hipoteque de por vida un recurso «fundamental» y «vital», como es el agua, y que su carestía, inexistencia o mala calidad pueda suponer el subdesarrollo o el atraso de toda una tierra.
A este respecto, el presidente regional se refirió al crecimiento no sólo económico sino también demográfico que están experimentando determinadas zonas de la región, como el Corredor del Henares o La Sagra, y a la situación de zonas como la Llanura Manchega, Ciudad Real o Puertollano que cuentan con un Acuífero sobrexplotado.
Es por eso que, según José María Barreda, «Castilla-La Mancha no va a renunciar a tener más y mejor agua que garantice el abastecimiento de la población, el uso del agua y libere la presión de los acuíferos» y mostró su confianza en que más pronto que tarde el conjunto de los castellano-manchegos «ganaremos esta reivindicación de un agua sobre la que tenemos preferencia».
En este sentido, el presidente regional respondió a quienes le han tachado de «extremista», «egoísta» o de plantear «artificialmente un problema inexistente» exigiendo que se aplique la Ley de Aguas que indica, entre otras cuestiones, que el dominio público es imprescriptible y que nunca, bajo ningún contexto, se puede hacer una concesión de agua que no tenga carácter temporal.
«Me han llamado extremista por decir que el trasvase Tajo-Segura tiene fecha de caducidad y ese extremismo consiste en que se aplique la Ley de Aguas», señaló, y admitió que si pedir eso es ser extremista o fundamentalista Castilla-La Mancha cuenta hoy con un presidente y con una sociedad de estas características.
Del mismo modo, Barreda recordó que esta misma Ley indica que las cuencas cedentes tiene prioridad sobre las que reciben el agua, que en el uso consultivo del agua se tiene prioridad cuando se necesita para beber que sobre cualquier uso, que no se puede trasvasar nada más que aguas excedentarias y que el Tajo tiene que tener a su paso por Aranjuez al menos seis metros cúbicos por segundo.
Por último, el presidente regional mostró su deseo de que «el Guadiana recupere sus ojos verdes, el Acuífero 23 se regenere, afloren lagunas y lagunillas y que esas manchas verdes que surgían a lo largo de nuestra tierra, cuando el Acuífero no estaba sobrexplotado, vuelvan».
«Defender la igualdad»
Por otra parte, el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, destacó que, administrativamente, estamos ante un Estado complejo, que surge de la Constitución de 1978, donde se instituye el Estado de las autonomías. «Aunque somos un Estado complejo, España no debe ser en ningún caso un Estado acomplejado a la hora de defender la igualdad», añadió.
Para Barreda, la diversidad y el pluralismo es compatible con la unidad y la igualdad, por lo que invitó a los españoles y españolas a saber disfrutar de la riqueza del territorio para conseguir, desde la solidaridad, «la unidad, la cohesión y la vertebración de todo el territorio», apostilló.
En este sentido, señaló que «se puede y se debe ser iguales y al mismo tiempo diferentes, porque no son conceptos antagónicos sino que son instrumentos para conseguir una igualdad desde la libertad y la democracia».
Barreda explicó que, precisamente, por esto en Castilla-La Mancha no vamos aceptar tratos que supongan desigualdad para cualquier parte del territorio. «Cualquier español o española independientemente de su procedencia debe tener la misma igualdad real de oportunidades».
Del mismo modo, el presidente afirmó que la principal conclusión que se puede extraer del periodo democrático que hemos vivido es que por primera vez los castellano-manchegos hemos sido responsables de nuestras decisiones, una tarea que, considera, hemos realizado «razonablemente bien».
A este respecto, el presidente de la región señaló que, durante estos primeros veinticinco años de democracia, Castilla-La Mancha ha tenido que afrontar asuntos prioritarios como la puesta en marcha de la Universidad, la construcción de infraestructuras o el acometimiento de la red eléctrica.
Barreda se mostró optimista ante el futuro de la región porque «hemos sabido generar una dinámica que se sigue desde otros lugares de España» y aseguró que nuestra renta posicional ha dado un giro de 180 grados lo que nos ha permitido estar en mejores condiciones.
No obstante, el presidente de Castilla-La Mancha aseguró que nunca se debe perder la perspectiva de que «somos una parte de un todo» y que se debe tener en cuenta el contexto nacional e internacional.
«El Gobierno regional hará un esfuerzo para tener una visión amplia porque no hay globalidad que valga sin localidad que sirva» dijo, y agregó que, por eso, en breve se presentará en ?!IdEntrada
?Seccion?FechaNoticialas Cortes regionales el Pacto Local para el que solicitó la ayuda de los alcaldes.
Barreda quiso, por último, hacer un reconocimiento a los alcaldes y concejales que día a día «están a pie de obra haciendo la política más pura, porque es la más cercana al ciudadano pero que es también la más dura precisamente por eso».