El secretario general participa en el acto que conmemora el Centenario de la Agrupación socialista de localidad de Moral de Calatrava
“Me siento respaldado y querido por los compañeros, cambiar los dolores que sufre Castilla-La Mancha es un deber moral”

El secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha participado hoy en el acto que celebraba el Centenario de la fundación de la Agrupación socialista en Moral de Calatrava (Ciudad Real). Allí, y con ocasión de este aniversario, ha señalado que, de aquí a las elecciones municipales y autonómicas del próximo año, “el PSOE va a volver a ser el partido del cambio. Y le vamos a decir a la gente que vamos a hacer, que vamos a ser nosotros los que protagonicemos el cambio sobre el cambio que producimos durante tantos años en Castilla-La Mancha y en el Campo de Calatrava”.

Para García-Page, “al PSOE siempre le ha ido mal cuando se ha conformado y ha olvidado que es el partido del cambio. Ahora tenemos por delante un proceso (en relación a las primarias abiertas), que trata de cambiar la política y recuperar la credibilidad y el prestigio de la política”.

Cambio que era la palabra a la que también se refería cuando hablaba de la situación de la comunidad autónoma y de Moral de Calatrava. “Cambiamos mucho Castilla-La Mancha y Moral durante los años de de la democracia y de la autonomía, y tanto en la región como en Moral es evidente que estos últimos tres años son los peores de la historia”.

Por este motivo, y a preguntas de los medios de comunicación sobre su posible candidatura a la Presidencia de Castilla-La Mancha, sostenía que “esa decisión va a depender de lo que piense la inmensa mayoría de los compañeros y simpatizantes”.

No obstante, aseguraba que “para mí, cambiar la situación y acabar con los dolores que sufre Castilla-La Mancha es más una obligación moral que otra cosa”.

Sobre el acto del Centenario de la Agrupación Socialista de Moral de Calatrava, García-Page aseguraba que “a lo largo de los años, Moral es un buen ejemplo del sentir profundo y de la manera de ser de la gente yd e los pueblos de Castilla-La Mancha. Es un pueblo luchador, un pueblo que supo cambiar, mucho y para bien, durante los años de la democracia y de la comunidad autónoma”.