Caballero espera que el Partido Popular se acoja al programa de la Diputación de Ciudad Real y que pida también la misma cuantía al Gobierno de Castilla-La Mancha, pues nadie entendería que no lo hiciera

El PSOE comienza hoy a registrar una moción en todos los ayuntamientos para solicitar al Gobierno de Castilla-La Mancha que destine a cada uno de los municipios la misma cantidad que aporta la Diputación de Ciudad Real (1,6 millones de euros) para ayudar a las familias más desfavorecidas en los gastos de libros de texto y material escolar, así como en becas de comedor, o en ausencia de comedor, de otras alternativas para garantizar una correcta alimentación de los menores.

Se cumple así lo anunciado la semana pasada por el secretario general del PSOE en la provincia de Ciudad Real, José Manuel Caballero, con el ánimo de contribuir a erradicar al máximo la pobreza infantil entre los escolares.

Por ello, el dirigente socialista considera imprescindible que desde los consistorios se implique en esta causa al Gobierno que preside María Dolores de Cospedal, que es quien legalmente tiene la responsabilidad, instándole a que colabore con una aportación económica como mínimo de igual cuantía que la pondrá en cada municipios la Diputación.

De esta manera, Caballero ha resaltado que “todas las localidades de la provincia podrían disponer de un mayor presupuesto para atender las necesidades por las que atraviesan las familias en situación de vulnerabilidad, llegando a mayor número de familias y atendiendo a cada familia con una mayor cuantía, ajustando mejor la respuesta a la realidad de la demanda existente”.
En base a ese objetivo solidario, Caballero confía en que “ningún alcalde ni del PSOE ni del PP que le pide esta subvención a la Diputación Provincial se va a negar a pedírsela a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha”, pues entiende que, por lógica, “cuanto más recursos dispongamos para este objetivo mejor conseguiremos erradicar la pobreza infantil”, además de dar por descontado que la competencia en las políticas educativas y de protección de menores no corresponde ni a los ayuntamientos ni a las diputación, sino que es responsabilidad exclusiva del Gobierno regional.

Por lo tanto, una propuesta solidaria y responsable a la que Caballero espera que se sumen todos los consistorios, independientemente de su color político, por lo que apela a dejar a un lado cualquier interés partidista, ya que “hablamos de una ayuda excepcional para hacer frente a un grave problema”.

Más que nunca, el máximo responsable de los socialistas ciudadrealeños considera que la causa merece una sola voz, al argumentar que debido a la gravedad de la crisis y el desempleo, “si difícil resulta a muchas familias hacer frente a los gastos de comedor escolar y ofrecer una alimentación equilibrada a sus hijos, no menos dificultad les supone hacer frente a los gastos extraordinarios que conlleva el inicio del curso escolar”, unos gastos que en la región ascienden a 500 euros de media en la educación pública.

Hay que tener en cuenta que con la sola ayuda de la Diputación de Ciudad Real los ayuntamientos de la provincia podrían destinar una media de 63,6 euros por niño o niña que vive en condiciones de pobreza, “una cuantía que siendo importante –ha apuntado Caballero- resulta insuficiente para atajar el problema al que nos estamos enfrentando, y por eso está plenamente justificado que solicitemos también la colaboración de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha”.
Caballero ha insistido en que “por mucho que nos pese, esa es la cruda realidad, una realidad a la que no debemos dar la espalda” si nos atenemos a los informes de UNICEF y EDUCO, que apuntan a una “cifra estremecedora” de 100.000 niños y niñas de 0 a 16 años que en Castilla-La Mancha viven en condiciones de pobreza, 25.000 de ellos en la provincia de Ciudad Real.

Tras apuntar que detrás de esas cifras se esconden rostros de niños y familias enteras de nuestro entorno, Caballero ha concluido apostando por un compromiso firme hacia ellas, pues además de la imposibilidad que tienen para poder atender las necesidades más básicas de sus hijos en cuanto a alimentación equilibrada o la adquisición de material escolar, vestuario o calzado, hay otras dificultades añadidas relacionadas con la calefacción, con el retraso de los pagos de facturas o gastos imprevistos o extraordinarios, como son precisamente los derivados de un nuevo curso escolar.