Miguel Angel Martínez y Carlos Carnero criticaron, en Toledo, la actitud del PP y Aznar ante la futura Carta Europea, y afirmaron que la misma "es buena para España y para los ciudadanos"

El eurodiputado socialista Miguel Angel Martínez, criticó hoy en Toledo la actitud del Partido Popular de cara a la futura Constitución Europea y la imagen de José María Aznar «volcada en el reparto de poder del próximo Consejo Europeo» y expresó su preocupación porque esté más volcado en la posibilidad de vetar iniciativas que en promoverlas, dando así una imagen de «yo voy a lo mío».

Martínez, aseguró que esa imagen «de cara a la opinión pública puede ser nefasta ya que se habla de pérdida de identidad española y eso no es así; España gana mucho en la medida en la que Europa se consolida», afirmó y calificó ese planteamiento de «mezquino» frente a un proyecto «en el que España tiene mucho que ver».

En este sentido, subrayó que el texto elaborado es «fruto del consenso» de muchas fuerzas en contacto directo con la sociedad y de él ha surgido el borrador de Constitución que «muchos pensaban que no se llegaría a hacer».

Los eurodiputados socialistas Miguel Angel Martínez y Carlos Carnero, iniciaron hoy en Toledo la ronda de contactos institucionales que tienen previsto mantener por distintas comunidades autónomas para dar a conocer el texto de la futura Constitución Europea, que calificaron «un proceso tan importante para la Unión como la introducción del euro». Los eurodiputados, que fueron recibidos por el vicepresidente regional, José María Barreda y por el Presidente de las Cortes Regionales, Fernando López Carrasco, mantuvieron también un encuentro con los miembros del Grupo Parlamentario Socialista en el Parlamento Autonómico.

Hacia la unión política federal

Carlos Carnero, que ha participado activamente en la redacción del texto, aseguró que se trata de una Constitución buena para España, para los ciudadanos y para Europa y aseguró que con ella se da «un salto hacia la Unión Política Federal verdaderamente importante».

Así, precisó que en ella se da carácter jurídico vinculante a la Carta de Derechos Fundamentales, que ahora no se puede invocar, establece una política de defensa y en definitiva «hace a la Unión más democrática», al dar al Parlamento Europea capacidad de legislar sobre todos los asuntos en los que tenga competencias la Unión, aprobará el presupuesto, elegirá al presidente y crea figuras importantes como el presidente estable del Consejo.

Carnero agregó que con la Constitución «se escribe sobre mármol el principio de cohesión económica, social y territorial, que se introduce por primera vez en los tratados de la Unión», y dijo que también se permitirá a las regiones participar «de verdad» en los asuntos europeos, en la elaboración de las leyes y en la representación de los países. Los parlamentos regionales también tendrán un papel más importante en Europa, las regiones participarán en la aprobación de los Fondos Estructurales.

«Nos interesa como país y como ciudadanos»

«Estamos hablando de un proyecto que nos interesa como país y nos interesa como ciudadanos, pero nos encontramos con que el Gobierno está transmitiendo un mensaje que no es el correcto», indicó Carnero, quien indicó que no es cierto el mensaje de Aznar diciendo que «esta Constitución ningunea a España y por eso no es buena».

«No se puede amenazar con un veto a esta Constitución», dijo y se preguntó si «alguien se imagina a un país como el nuestro, en cabeza del europeísmo, vetando la primera Constitución europea». Así, abogó por buscar soluciones factibles y no afirmar que «o Niza o nada», al tiempo que recordó que en esa cumbre de Niza, España mantuvo su poder en el Consejo Europeo, pero perdió 14 escaños, el 22 por ciento de su representación, en el Parlamento Europeo.

Así, instó al Gobierno a contar con la oposición para plantear propuestas que liguen el peso de España en el Consejo y su peso en el Parlamento. «En la Convención hemos estado gente del PP y del PSOE, y que yo sepa, hemos apoyado esta Constitución al unísono», dijo y añadió que el mensaje de cara al 13 de junio, –fecha prevista para el referéndum–, debe ser positivo.