El PSOE pedirá en el Parlamento todo el expediente de esa paralización y el contrato de rescisión con las empresas de la UTE, incluyendo la obligación de confidencialidad
Los socialistas también exigirán los nuevos contratos que ha firmado el SESCAM para empezar a reactivar el proyecto y que podrían suponer otros varios cientos de miles de euros

El portavoz de Sanidad del PSOE en las Cortes de Castilla-La Mancha, Fernando Mora, ha anunciado hoy que va a pedir en las Cortes regionales “la comparecencia urgente del consejero de Sanidad, José Ignacio Echániz, y del Presidente y el gerente de GICAMAN, Luis Ques y Gustavo Nofuentes, para que expliquen el motivo por el que ocultaron que la rescisión del contrato de las obras del nuevo Hospital de Toledo, hace ahora un año, nos ha costado millones de euros del bolsillo de todos los castellano-manechegos”.

Junto a estas tres peticiones de comparecencia, Mora ha avanzado, asimismo, que los socialistas van a solicitar a la Mesa del Parlamento regional una seria de documentación relativa a este asunto que va desde el expediente completo de la paralización de las obras del Hospital a los nuevos contratos que ha firmado el SESCAM para se supone, reactivar el proyecto, que han podido suponer varios cientos de miles de euros más.

Pero, sobre todo, van a exigir que se entregue en las Cortes en el contrato de rescisión con las empresas que integraban la UTE que ejecutaba las obras, “incluyendo las famosas claúsulas de confidencialidad, porque lo que se paga con dinero de los ciudadanos, lo que se paga con dinero público, no admite ninguna confidencialidad”.

Mora se pronunciaba de esta manera esta mañana, en Toledo, en una comparecencia ante los medios de comunicación en la que volvía a denunciar la “opacidad y absoluta falta de transparencia del Gobierno de Cospedal en este asunto”.
Ponía como ejemplo el diputado socialista que hace un año, cuando, al rescindirse el contrato, exigió la comparecencia de Echániz y que se le entregara ese acuerdo, se le contestó que no procedía “porque afectaba a una empresa pública, GICAMAN, y no a la administración regional”.

Mora insistía en que la decisión de parar las obras del nuevo Hospital de Toledo responde solo “a razones políticos y partidistas, y no a cuestiones económicas o a la crisis, porque la financiación, finalista, para esa obra estaba garantizada por dos créditos, uno del BBVA y otro del Banco Europeo de Inversiones (BEI), que se iban a pagar, uno hasta el año 2025, y otro hasta el año 2043”.