El secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha se muestra convencido de que el PSOE ganará las cinco Diputaciones en las elecciones del próximo 25 de Mayo

El secretario general del PSOE de CLM, en el encuentro que ha mantenido hoy con los medios de comunicación de Albacete, lamentó que la situación de la guerra en Iraq, vaya a dificultar el poder hablar claramente y sin interferencias sobre los proyectos políticos de cada partido. «Nos gustaría mantener esta campaña electoral al margen de la guerra para poder debatir cuáles son los proyectos, los hechos y la experiencia política de cada partido y nuestro esfuerzo -dijo- va ir encaminado a tener un debate al margen de la guerra.

José María Barreda preguntado sobre las previsiones electorales del PSOE en Castilla-La Mancha aseguró que «los socialistas vamos a ganar las cinco diputaciones provinciales y por tanto, atendiendo a como se forman las Diputaciones, también vamos a ganar las municipales y muy claramente en la provincia de Albacete».

El secretario regional subrayó que el PSOE de Castilla-La Mancha es un partido autónomo, que adopta sus propias decisiones sin interferencias ajenas y de esta misma forma hemos elaborado nuestras candidaturas con un clara apuesta para que la representación en las Cortes de Castilla-La Mancha sea por igual de hombres y mujeres. «Estamos convencidos de que la participación de la mujer en la política proporcionará beneficios claros para el desarrollo de nuestra sociedad».

En este sentido indicó que de las cinco provincias, tres de ellas encabezan la lista regional mujeres y además especializadas en temas muy concretos: Matilde Valentín, por Albacete en temas de Sanidad, Araceli Muñoz, por Guadalajara en el área de industria y Trabajo y Virgilia Antón, por Cuenca, en el área de Sanidad.

En cuanto a la situación política de Castilla-La Mancha, Barreda dijo que ésta se caracteriza por el creciente desencanto entre las filas del PP, después de un momento efímero de ilusión con el nombramiento de Suárez Illana como candidato. «Ha bastado con que Suárez Illana empezara a hablar y hacer campaña para que este efecto se haya desvanecido. Ni nosotros mismos -afirmó- habríamos encontrado un candidato mejor».

Barreda explicó que las encuestas publicadas hace dos meses daban una mayoría holgada a los socialistas en Castilla-La Mancha y en este tiempo no ha pasado nada que haga pensar que este apoyo ha podido disminuir, sino todo lo contrario. «Hay muchos síntomas de esto como la crisis del PP en Albacete o la elección de la provincia por la que se presentará Suárez Illana. Está claro que en el caso de Toledo, al PP no le interesa su presentación por esta provincia ya que pondría en situación de comparación al presidente regional del PP, José Manuel Molina con el candidato a la región y eso no les beneficia. Si hace dos meses estábamos bien, la situación no ha cambiado y desde luego no nos afecta para nada la presentación de Suárez Illana sea por Albacete o por Toledo».

Por último Barreda recordó que el 2002 ha sido el «annus horribilis del PP, con las protestas contra la LOU y la Ley de Calidad, con la huelga general, Gescartera, el Prestige y finalmente con la decisión de apoyar la Guerra de Iraq, por lo que en estos momentos el PP se encuentra en una soledad parlamentaria y social sin precedentes.

En cuanto a las acusaciones de Arenas sobre la participación de socialistas en los altercados en las manifestaciones aseguró que «el PP no puede culpar a los partidos democráticos de los actos violentos protagonizados por una minoría, que por otra parte corresponde al Ministerio del Interior no permitir y garantizar el derecho de manifestación de ciudadanos que participan pacíficamente». También criticó la campaña de propaganda del PP con la finalidad de distraer la atención, «ya que se encuentra encogido, e intenta hacer creer que lo importante y grave son los altercados en sus sedes en lugar de los muertos y de las víctimas inocentes de la Guerra de Iraq». Asimismo dijo que ofende al sentido común el querer equiparar esta situación a la que viven los representantes del PP y del PSOE en el País Vasco.