De Lara afronta su cuarto mandato en la Diputación de Ciudad Real
De Lara afronta su cuarto mandato en la Diputación de Ciudad Real
De Lara afronta su cuarto mandato en la Diputación de Ciudad Real
El presidente de la Institución Provincial ha asegurado, en la toma de posesión, que centrará su mandato en el empleo, los servicios sociales y la promoción económica
Nemesio de Lara Guerrero ha tomado hoy posesión del cargo de presidente de la Diputación de Ciudad Real para el mandato 2011-2015, por lo que estará al frente del Gobierno de la institución provincial por cuarta vez consecutiva. Esta mañana ha entrado en la historia como la persona que más tiempo ha presidido la Corporación provincial desde que se creó, en el siglo XIX. Se ha dado la circunstancia, asimismo, que quien ha sido proclamado ha presidido, a su vez, la mesa de edad, por lo que en esta ocasión ha sido el miembro más joven, David Triguero, el encargado de imponerle la medalla.
Además de De Lara, la Corporación provincial ha quedado integrada por los siguientes diputados y diputadas que han prometido o jurado su cargo: Ángel Caballero Serrano, José Luis Cabezas, Gregorio Díaz del Campo Ráez; José Díaz-Pintado Hilario, Ángel Exojo Sánchez-Cruzado, Jesús Fernández Almoguera, Lourdes Galán Rivas, Joaquín García-Cuevas Holgado; Raimundo Garrido Garrancho; Ángeles Malagón Rodríguez; Jesús David Marín Morales; Félix Martín Acevedo; José Alberto Martín-Toledano; Manuel Martínez López-Alcorocho; Jacinta Monroy Torrico; Ángel Ortiz Jiménez; Nicasio Peláez Peláez; María Jesús Pelayo García; Claudia Ranz Rey; Miguel Ángel Rodríguez González; Antonio Rodríguez Mateos; José Fernando Sánchez Bódalo; Dolores Serna Marín; María Elena Sierra Aliseda; David Triguero Caminero y María del Rocío Zarco Troyano.
Se han reunido, una vez más, en el Palacio provincial numerosas personalidades, representantes de los agentes sociales y empresariales así como de los sectores más relevantes de la economía provincial. Todos ellos han escuchado un discurso de investidura con propuestas e iniciativas que se vienen a sumar a las que se han desarrollando con éxito desde 1999, cuando De Lara asumió por primera vez responsabilidades de Gobierno.
El presidente de la Diputación ha conferido, sin embargo, especial importancia a tres cuestiones que considera fundamentales: la creación de empleo, los servicios sociales y la promoción económica, aunque «con el pensamiento puesto siempre en los ayuntamientos». Literalmente, De Lara ha dicho y anunciado lo que sigue a continuación:
Según el Barómetro del CIS de abril, la actuación de la clase política y de los partidos ocupa la 3ª posición, tras el paro y los problemas de índole económica, en la lista de preocupaciones de los ciudadanos. Según Metroscopia, el 70% no se siente representado por ningún partido, y el 90% piensa que tienen que cambiar. Algo, mucho, debemos estar haciendo mal los políticos.
Encarar un nuevo mandato en la Diputación Provincial tendría que suponer la asunción de un esencial reto: no tomar ninguna decisión sin pensar más en las personas que en las cosas, más en la política como ejercicio saludable de servicio a los demás, que en las políticas, que en los politiqueos.
La capacidad de una institución para poder cambiar las cosas, mejorándolas, no sólo depende de la voluntad de sus responsables, sino del potencial disponible que, esencialmente, tiene que ver con las dotaciones presupuestarias. El campo de actuación de una Diputación como la nuestra es, como todo el mundo sabe, limitado.
Un presupuesto, como el del año en curso, de 117 millones de euros, que detrae para pagar a su propio personal, más el mantenimiento y renovación de sus bienes y servicios, casi 49 millones de euros, conceptos que se han rebajado un 10% en los dos últimos años, por cierto, da de sí lo que da de sí. Nuestro potencial interventor en la acción pública provincial y en la estimulación de la privada es reducidísimo, comparado con nuestro Producto Bruto, por ejemplo.
Aún así, y aunque fuera un solo euro lo que nos tocara administrar, mi disposición es la de proseguir con las políticas de austeridad que los tiempos exigen, con la aplicación de los principios de eficacia y eficiencia en la iniciativa administrativa que nos toca (somos ya la Diputación más saneada de España), con el pensamiento puesto siempre en los ayuntamientos, sabiendo que, en general, están atravesando por una situación muy complicada, agravada por la maldita crisis que vivimos.
Y son, precisamente, los ayuntamientos de los pueblos más pequeños los que con más dificultades afrontan este tiempo, en que la disminución significativa de ingresos condiciona su propio funcionamiento.
Porque es justo, y porque la filosofía de las aún no promulgadas leyes autonómica y del Estado del Gobierno local lo contemplan, especializaremos nuestros programas en discriminar más positivamente a los municipios de menos de 5.000 habitantes, sin que ello suponga eludir de manera radical nuestras obligaciones con los que superan esa cifra. Es pura cuestión de equidad, de justa compensación.
Lo dicho no obsta para que sigamos exigiendo de manera categórica mayores cuotas de financiación estatal para los ayuntamientos y las diputaciones. Digo «diputaciones» porque por mucho debate que se origine en torno a su futuro, sus estructuras administrativas son plenamente imprescindibles para los municipios, en particular los de menor tamaño.
Si, teóricamente, las plantillas provinciales quedaran subsumidas en otras administraciones, la minoración del gasto público sería ridícula. Y si la encomienda de servicios públicos (Apoyo técnico, Recaudación, Recogida y Tratamiento de Residuos, Prevención y Extinción de Incendios, Carreteras, etc., etc.) se atribuyera a otros entes, tuvieran el nombre que tuvieran, únicamente estaríamos cambiando de albarda, con un ahorro que no llegaría a simbólico.
Hemos hablado de eficacia y eficiencia. La labor de Ángel Amador como responsable de la Vicepresidencia Económica ha sido imprescindible en esta institución. Ya adelanto que, si él acepta, quiero seguir contando con su presencia, bajo el amparo legal de la figura de personal de confianza, para encomendarle importantes tareas de gestión económica y presupuestaria.
Por la eficacia y la eficiencia, también, proseguiremos en la tarea de perfeccionar hasta su último extremo nuestra administración electrónica, porque nos obligan las leyes y nuestra propia responsabilidad. Somos ya referencia en España, somos ya los que más deberes hemos cumplido en este sentido.
Próximamente formaremos a 1.000 ciudadanos de la provincia en las técnicas y hábitos de utilización de las nuevas tecnologías, que servirán de modelo influyente y generalizador para el acercamiento de la administración al administrado.
Además de los empleados implicados, tengo que reconocer el comportamiento de José Antonio Sáez y Luis de Juan, que creyeron en el futuro cuando otros eran más escépticos. Gracias, Jose. Y gracias, Luis, por esto y por tantas cosas.
Lo urgente no siempre es lo importante, y viceversa. La peor consecuencia de la crisis, provocada en su origen por un grupo de desalmados financieros, se llama paro. Ahora, lo urgente y lo importante, al mismo tiempo, se centran en el dolor que nos producen las familias angustiadas por tener a alguno, o a todos sus miembros, en paro.
No dejaremos de cumplir con nuestras obligaciones en materia de mantenimiento de nuestra red viaria provincial o de financiación de inversiones municipales, pero en esta especial coyuntura intervendremos antes en socorrer a la gente que sufre que en adornar una plaza o cambiar el trazado de una carretera. No estoy hablando de excluir programas, sino de otorgar más prelación a unos programas que a otros.
Por tanto, la promoción de empleo directo, en la línea en que lo venimos haciendo (25 millones de euros aplicados a esta acción en el último cuatrienio hacen que no hablemos de farol), invirtiendo recursos que permitan la contratación de jóvenes, parados de más de 45 años y/o de larga duración, y cuya situación familiar sea contrastadamente complicada, más el destino específico de una consignación para sacar del desempleo a un importante grupo de titulados universitarios, sobre quienes no deseamos que se agrave el acuñado estigma de ser una generación perdida, formará parte de nuestra programación.
Sea por las razones que sea, aquellas familias que se vean incapaces de poder atender sus necesidades más básicas en materia de alimentación, medicación, vestido, etc., tendrán en la Diputación un apoyo económico permanente, si no hay otras administraciones que lo provean.
Filosofar, divagar en torno al concepto de dignidad humana, mientras se pasa hambre o no se puede adquirir un medicamento, me resulta vergonzoso. La dignidad empieza para el que da y para el que recibe por esta vía, que, entre otras, es la que nos distingue de los animales. Los excluidos de la provincia estarán siempre en nuestra mirada, y los hermanos «nadies» del mundo también.
Coincido con Leonardo Boff cuando dice: «Yo espero que se realice la utopía mínima para cada persona humana, que es comer por lo menos una vez al día».
No está integrado en nuestra ideología el cambiar el Estado Social por el Asistencial, ni el modelo de Estado depende de nosotros, pero si indeseadas superestructuras nos llevan a ese precipicio creemos en el Primum panem, deinde philosophari.
Renegar a estas alturas de iniciativas promocionales, como FENAVIN y España Original no sería una osadía, sino una verdadera estupidez. Mantendremos, mejorándolas, si cabe, ambas ferias. Continuaremos celebrando Capacitalia. Y organizaremos un Encuentro Mundial de reflexión sobre los incumplidos Objetivos del Milenio y la Cooperación Internacional al Desarrollo.
Espero impaciente el día en que podamos disponer de un Palacio de Exposiciones y Congresos que esté a la altura de estas Ferias.
Nuestra colaboración con la Cámara de Comercio y con la Fundación Empresarial CEOE-CEPYME se seguirá manteniendo. Así como con las Denominaciones de Origen y otras indicaciones de Calidad. Ajustaremos nuestras aportaciones calibrando, no sólo la continuidad de las buenas relaciones institucionales, sino la calidad y rentabilidad efectiva de las acciones a financiar.
Perfeccionaremos el Servicio Provincial de Recaudación, que es modélico, avanzando en la posibilidad del pago a la carta, es decir, fraccionado, dirigido esencialmente a aquellas familias que estén atravesando problemas económicos que no pueden abonar la totalidad de sus impuestos en, relativamente, rígidos períodos de cobranza.
Por lo injusto que resulta que en los planes de equilibrio que exigen los organismos fiscalizadores superiores tengamos que integrar resultados presupuestarios y programas financieros de fundaciones y organismos externos, de los que, en muchas ocasiones, formamos parte simbólica, tenderemos a abandonar nuestra presencia en los mismos, cual es el caso, por ejemplo, del Aeropuerto de Ciudad Real.
Al respecto, intentaremos cerrar un buen acuerdo con la Cámara de Comercio, con la que mantenemos un fraternal vínculo. Bien está responsabilizarnos de la propia gestión, mas no resulta muy presentable hacerlo de la que es mayoritariamente propia de terceros.
Originaremos un profundo debate con la Oposición y con los ayuntamientos integrantes de los Consorcios de Emergencia y del RSU, para estudiar su viabilidad, su sostenibilidad, de modo que caminemos hacia un proceso de corresponsabilización de todos los entes consorciados, de los trabajadores adscritos a ellos y de la ciudadanía contribuyente.
No puede estar la Diputación en situación permanente de tener que suplir las carencias financieras de estos dos excelentes servicios comunitarios, actuando en perjuicio de nuestras capacidades presupuestarias para poder financiar otros programas que, en paralelo, exigen los ayuntamientos permanentemente.
Completaremos la red de puntos limpios existentes, de manera que alcancemos el reto de que no exista ningún pueblo en la provincia que no disponga de este servicio. Los que restan por construir dispondrán de campas de almacenamiento de residuos de construcción y demolición para su posterior reciclaje.
Intensificaremos nuestra colaboración con la Universidad de Castilla La Mancha, de la que nos sentimos orgullosos. Entre otros muchos programas de cooperación futuros o existentes, es preciso profundizar en la disposición de nuestros servicios y departamentos para la realización de las prácticas de su alumnado.
Mantendremos la lucha, porque de lucha se sigue tratando, para que el principio de igualdad entre hombres y mujeres no sea meramente declarativo, sino real. Esta Diputación, de la mano de mi amiga Victoria Sobrino, ha trabajo incesantemente en este sentido. Seguiremos su estela desde la convicción más absoluta, desde la responsabilidad.
Una de los más hermosos inventos que se han creado para democratizar la cultura se llama «Universidades Populares». Con el apoyo de su Asociación Provincial, catalogaremos todas sus acciones para crear una red de servicios musicales, expositivos, teatrales, etc., que, a precio asequible, podrán ser ofertados a todos los ayuntamientos para enriquecer sus programaciones festivas o culturales.
Muchas veces resulta difícil marcar la línea de separación entre los asuntos que tienen que ver de forma neta con los intereses de la provincia y los que son objeto de discusión en otros niveles administrativos o parlamentarios.
Hago una llamada a los dos grupos políticos para esforzarnos en reconocer que por lo que cobramos, por un lado, y por el sentido de nuestra responsabilidad, por otro, deberíamos dedicar más tiempo a gestionar y debatir la gestión, en su diferentes alternativas, que a enzarzarnos en discusiones bizantinas que buscan titulares periodísticos partidistas y estériles, y que, a la postre, devienen ajenas de nuestras competencias reales.
Las últimas elecciones han cambiado el color político del gobierno Regional. Estamos plenamente abiertos a que, al menos, mantengamos todos los programas y convenios de colaboración entre Junta y Diputación desarrollados hasta hora, con el mismo nivel de sensibilidad demostrado por el Presidente Barreda, al que agradecemos muy sinceramente su actitud cooperadora. Estoy convencido de que así será.
La palabra indignación está de moda. El movimiento surgido en torno a ella, y a lo que significa, no nos debe pasar inadvertido. Otra cosa es la excepcional adulteración, intencionadamente sesgada, en que a veces se ve envuelto, por iniciativa de unos pocos energúmenos.
Dejarnos impregnar en esta casa por esa brisa fresca que llama a la transparencia, a la participación, al afán de disolver la esclerosis partidaria o institucional, al sondeo permanente de la voz de la sociedad, a la permeabilización de las ensimismadas castas políticas, al abandono de tanta hojarasca verbal a que en muchas ocasiones reducimos nuestro trabajo, sería conveniente y ejemplarizante.
Sin salirnos de ese espíritu, abundaremos, como venimos haciendo, en la reducción de los gastos suntuarios y de representación. Permítanme que diga que el actual coche oficial del presidente de la Diputación es cómodo, confortable, seguro, y costó a los contribuyentes menos de la tercera parte de lo que cuestan muchos vehículos oficiales al uso.
Instaremos a los diputados provinciales a que publiquen en el Boletín Oficial de la Provincia su Declaración Personal de Bienes e Intereses cada año.
Aunque la interpretación de los conceptos «Acuerdo» y «Consenso» siempre requieren de, al menos, dos puntos de vista, trataremos de fomentar el entendimiento entre Oposición y equipo de Gobierno
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Cuando en una encuesta que leíamos no hace demasiado tiempo se les preguntaba a los jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y los 30 años por qué rechazaban mayoritariamente a los políticos, respondían, también mayoritariamente: porque sólo saben discutir unos contra otros.
Creo que la desafección hacia los políticos tiene mucho que ver con ello. Y si no reaccionamos con rapidez corremos el riesgo de que la política y hasta la democracia, maltratadas ya por la economía especulativa, puedan ser puestas en cuestión.
Tiendo mi mano para el acuerdo, para el consenso, para la tolerancia y la generosidad recíprocas, por muy difícil que nos resulte, a veces, no dejarnos llevar por influencias externas a nuestra natural voluntad.
Muchas gracias, Ángel, Victo, Ángel (Parreño), Jose, Mari Paz, Loli, Rosa, Mari Carmen, Vicente, Miguel Ángel, Magdalena, Encarni, Paco, Germán, José Luis, Alfredo, por los servicios prestados a la provincia, y por vuestra amistad. No son mejores ni peores los que se van, respecto a los que se quedan. Como la vida misma. Os deseo, de corazón, mucha suerte.
Muchas gracias a los empleados de esta casa, por lo hecho y por lo que van a hacer. Sin ellos, nada de lo que acabo de decir, y de lo que seguiremos diciendo y haciendo, tendría el menor sentido.
Y muchas gracias a ustedes, por haber asistido a este acto, por la calidez de su presencia.