El PP ha puesto toda la carne en el asador en Castilla-La Mancha, pero José María Barreda está dispuesto a resistir en el Gobierno.

—¿Está notando realmente que ésta no es una campaña como las anteriores, que es el centro de la atención nacional y eso pesa?
—Sé que se están haciendo muchos análisis y hablando de la influencia nacional y de los efectos que puede tener incluso sobre La Moncloa. Pero todo eso no a mí no me interesa nada; mi preocupación única es cómo van a afectar las elecciones del 22 de mayo a mis paisanos. A su educación, a sus servicios sociales, a su sanidad.

—La mayoría de las encuestas apuntan a un cambio en Castilla-La Mancha a favor del PP, pero en algunas se abre la posibilidad, muy justa, de que usted renueve el Gobierno. ¿Cuál es su sensación?
—Sinceramente, pienso que la moneda está en el aire, dando vueltas, porque hay muchos indecisos. La situación está muy ajustada, es mi impresión, pero mantengo la tensión competitiva hasta el final, como hacen los deportistas, para llegar una décima de segundo antes al balón o a la meta.

—Al final toda la atención se centra en Guadalajara, donde el PP puede sacar dos diputados al PSOE y por tanto alcanzar la victoria. ¿Va a ser ésta una batalla voto a voto?
—Insisto en que lo que se decide el día 22 de mayo es quién va a gobernar en nuestros pueblos y ciudades y quién en nuestra Comunidad autónoma. Sin embargo, la señora De Cospedal lo plantea como si se tratara de otra cosa, lo que en el fondo es un cierto desprecio a la importancia que tienen las elecciones regionales.

—¿Qué le parece el discurso del PP de que 28 años de Gobierno del PSOE ya son muchos?
—Cuando la voluntad popular libremente emitida de manera reiterada ha tomado una opción eso es impecablemente democrático. Tal vez se deberían plantear qué han hecho ellos para merecer estar siempre en la oposición.

—Usted ha seguido una estrategia clara de desmarque de la política nacional…
—A diferencia del escenario que quiere plantear la señora De Cospedal, yo no quiero ponerme detrás de nadie ni ampararme con ningún pretexto, sino explicar qué es lo que he hecho y lo que quiero seguir haciendo si consigo el apoyo mayoritario.

—Pese a lo que dicen las encuestas, si finalmente usted gana será como una especie de héroe en su partido. ¿Sentiría en ese caso que ha ganado al PP nacional?
—Esa no es mi batalla. No estoy compitiendo contra el Partido Popular nacional.

—Pero hay cosas inevitables…
—Insisto, no aspiro a ganar a un contrincante que no tengo, sino a merecer el apoyo mayoritario de mis paisanos.

—El mapa político que salga el domingo, ¿debe condicionar un adelanto o no de las elecciones generales?
—Son dos lógicas paralelas que por tanto no convergen. En cualquier caso, esa no es mi preocupación ni creo que deba ser del que vaya a votar el día 22. Ese día nos jugamos las políticas concretas aquí en Castilla-La Mancha.