El presidente de Castilla-La Mancha y candidato a la reelección, José María Barreda, aseguró hoy que su objetivo es trabajar para que sus paisanos tengan la seguridad de que van a ser atendidos por los mejores profesionales, en los mejores hospitales, «sin discriminación alguna».

El presidente, que esta tarde estuvo en Fuente el Fresno (Ciudad Real), resaltó el gran esfuerzo del Gobierno regional para mejorar la calidad de vida de los vecinos de Fuente el Fresno y de Castilla-La Mancha. En este sentido afirmó que su compromiso con los ciudadanos de la región no es otro que trabajar para que la vida trate con dignidad a todos los ciudadanos por igual, sin excepción, y eso supone, dijo, tomar decisiones que se toman en función de las prioridades de cada Gobierno y de su concepción del mundo y de la vida.

Por eso, señaló que no da igual quien gobierne y recordó que las prioridades del Gobierno castellano-manchego han sido y seguirán siendo, junto a la sanidad, la educación y los servicios sociales. «Si gobernaran otros sus prioridades serían distintas», afirmó Barreda que argumentó sus palabras recordando que hay quien apuesta, por ejemplo, por la privatización del sistema público sanitario.

El presidente agradeció las muestras de cariño de algunos paisanos trasladándole su satisfacción ante la sanidad de Castilla-La Mancha, y aseguró que esto es resultado del esfuerzo financiero que está haciendo toda la sociedad de Castilla-La Mancha y de la voluntad política de su gobierno que considera que el sistema público sanitario es el más justo e igualitario, de ahí que haya que cuidarlo y valorarlo porque, añadió, todos los días la Comunidad Autónoma dedica 10,3 millones de euros a atender el sistema socio sanitario.

«Así es como conseguimos atender adecuadamente a todas las personas que lo necesitan», subrayó Barreda que repasó algunas de las cifras que habría que pagar si este sistema no fuera público, sino privado.

Asimismo declaró que este sistema corre el riesgo de deteriorarse si gobiernan aquellos que priorizan lo privado sobre lo público, como el PP, y puso como ejemplo la situación de Galicia, región en la que la sanidad es ya la tercera preocupación de los ciudadanos «porque han empezado a considerar la salud como un negocio».

El presidente insistió en que por eso «no da igual aplicar mejor que nadie la Ley de Dependencia, como hacemos en Castilla-La Mancha, a no aplicarla, como hace la mayoría de las comunidades del PP». También opinó que no da igual que gobierne alguien que se interesa y conoce Castilla-La Mancha, a que gobierne quien está a distancia y no comparte con los problemas de sus paisanos. «No se puede gobernar desde la lejanía y la frialdad», indicó el presidente, que aseguró que «hay que gobernar para el pueblo pero con el pueblo», de la mano de la gente.

El candidato socialista no olvidó mencionar un asunto trascendental como el agua y aseguró que seguirá defendiendo los intereses de los castellano-manchegos para que la falta de este recurso no limite el progreso de una región que no ha contado con el apoyo de De Cospedal ni en este ni en otros temas fundamentales para la Comunidad Autónoma.

De Cospedal no debate porque no conoce Castilla-La Mancha

«Todo el mundo ha apoyado menos De Cospedal», aseguró Barreda para quien la candidata del PP no quiere mantener un debate electoral porque, dijo, «en el fondo sabe que no conoce Castilla-La Mancha. Barreda recordó que durante toda la legislatura la secretaria general del PP siempre ha escurrido el bulto a la hora del diálogo y ahora, cuando le ha puesto todas las facilidades del mundo, tampoco ha aceptado.

Para Barreda está muy claro que De Cospedal no conoce a los castellano-manchegos, y, añadió, ella misma lo reconoce desde el momento en el que dice que dedica a la región dos días a la semana. En este sentido consideró que Castilla-La Mancha merece dedicación exclusiva, las 24 horas los 35 días del año, y señaló que resulta curioso que siempre se decante por la Secretaría General del PP, que es el cargo que le reporta mayores beneficios.